RADIO › CLEMENTE CANCELA ABANDONó CQC Y SE PASó A LA FM, DONDE HACE GENTE SEXY
El programa del ex notero va de lunes a viernes, a las 10, por Blue (100.7). Y allí, junto a un equipo armado pensando “en la dignidad y no en el lucimiento propio”, el periodista puede decir lo que piensa sobre los temas que tiene ganas de tratar.
› Por Emanuel Respighi
Al llegar a uno de los tantos bares cool de la zona de Palermo, esos que están de moda no tanto por la manera en que preparan algún plato o infusión sino por la gente que circula por sus mesas, Clemente Cancela asoma detrás de un smartphone al que el Twitter está desgastando en un nivel superior a la media. La barba crecida y desprolija que por estos días decora su rostro es la primera señal de que el muchacho está atravesando uno de esos momentos de cambio que cada tanto aparecen en la vida de cualquiera persona. La otra señal, causal de la primera, es que Cancela abandonó su rol de notero de Caiga Quien Caiga después de nueve años, como una manera de romper con las ataduras del pasado y darles rienda suelta a sus propios intereses. El resultado de esa decisión es Gente sexy, el programa de radio que el periodista conduce de lunes a viernes, de 10 a 13, por Blue (100.7). Es un nuevo proyecto en el que Cancela parece haberse reencontrado con dos cosas que repetirá a lo largo de la entrevista con Página/12: dignidad y placer. No es poco.
“Me siento como cuando uno termina el secundario y no sabe exactamente qué va a hacer con su vida”, confiesa Cancela. Esa sensación es consecuencia directa de su alejamiento de CQC, el programa en el que debutó como periodista y que ya es pasado en su vida. “Cerré un ciclo de nueve años trabajando en el mismo lugar y haciendo la misma tarea. Eso presupone un cambio de vida. Empezar en radio, teniendo horario fijo, me permite tener una vida profesional y personal completamente distinta a la que tuve en CQC. En todo sentido, ahora no estoy editado, puedo decir lo que quiero y pienso sobre temas que me interesan. ¡Y además sé cuándo empiezo a trabajar y a qué hora termino!”, subraya el hombre que dejó el traje y los anteojos negros para buscar su propio destino.
–Para tomar esa decisión se cruzaron un montón de factores que decantan en “ciclo cumplido”. Tenía ganas de probar otros rumbos. Fueron nueve años haciendo exactamente lo mismo. Sentía que no me interesaba más trabajar ahí porque el programa mantiene una esencia que ya no me tocaba el nervio. Más allá de que el trabajo estuviera bueno y que lo llevara con dignidad, se me habían ido las ganas. CQC se había transformado en un simple trabajo y no se abrían puertas para que pudiera hacer algo diferente. Esas cosas te sacan entusiasmo. Y si se abrían, no eran para mí.
–Avisé en marzo del año pasado que no me sentía a gusto y nunca me ofrecieron nada. Dentro de lo que son las relaciones laborales, el factor humano –esa manera elegante de decir “lobby”– importa demasiado a la hora de las promociones. Por eso uno encuentra a un montón de tipos que no aportan nada ocupando lugares que no merecen y en los que a uno le gustaría estar. Yo apuesto por el laburo y no por el lobby. No me sale hacer lobby, ni por mí ni por nadie. Es mi manera de manejarme.
Alejado del ciclo televisivo en el cual había desarrollado toda su carrera, Cancela encontró en la radio el lugar ideal para cambiar el chip y hacer que el trabajo siga siendo un placer. En Gente sexy, la buena música se combina con las charlas sobre todo un poco entre el equipo conformado por Martín “Bicho” Lipszyc, Sebastián De Caro, Federico Wiemeyer y Sebastián Rubin. El programa logra diferenciarse del resto de la FM por prescindir de dos aspectos hartamente extendidos en el dial: de los oyentes como (casi) única materia prima y de informar atándose a la agenda periodística de los grandes medios. “Armé un equipo –cuenta Cancela– apostando a la dignidad: no me va la de rodearme de cuatro de copas para destacarme yo. En el staff hay tipos formados y cultos. No quiero hacer un programa para cuatro, pero tampoco me imagino que Gente sexy rompa los ratings. Quiero hacer un ciclo que nos dé placer a los que lo hacemos y que los que lo escuchan digan la mayor parte del tiempo ‘¡ah, mirá qué lindo!’.”
–Damos las noticias una vez, a la mañana. Estamos buscando el tono. La idea es contar lo que está pasando, charlar un poco y hacer una entrevista telefónica. Y la pata política la cubrimos con invitados rotativos cada viernes, cosa de tener un abanico ideológico amplio, preferentemente de periodistas jóvenes. Los periodistas políticos de experiencia están llenos de vicios, mientras que a un pibe joven le resulta más fácil desnudar su ideología. Así, un día nos insultarán de un lado y otro día del otro.
–En el último tiempo se construyó un contexto que favorece que te den ganas de expresar tu ideología. Eso acarrea ciertas consecuencias, que es que muchas veces te pueden sacar el entusiasmo. Si hoy pongo en Twitter “aguante Cristina” por tal o cual cuestión, de un lado me van a putear y del otro me van a amar. Y si al otro día critico alguna acción de gobierno las opiniones se darán vuelta y me acusarán de cualquier cosa. Eso, para mí, es muy desmotivador.
–A mí no me gusta saber lo que me va a decir el periodista sobre algo. Me parece que, en muchos casos, por entrar en el juego de que uno es el que tiene la verdad absoluta y el otro el que está equivocado, empezamos a perder noción del análisis, del debate, del criterio y de la trayectoria de algunos periodistas con los que hoy, tal vez, uno no coincida. A mí me parece horroroso que tipos que hasta hace un año no los conocía nadie estén señalando a Lanata de golpista y lo desacrediten como profesional, cuando fundó Página/12 a los 26 años, hizo un programa gigantesco como Día D y fue un referente para muchos. Eso, más allá de que hoy no comparta muchas de sus ideas, y que él vea la realidad de una manera que no me gusta. Está buenísimo que todos podamos expresarnos; está malísimo que todos nos pongamos a juzgar al otro.
–Me parece muy sano que se conozcan los intereses ideológicos o financieros de los medios, y que cada periodista blanquee su ideología. Me parece justo para que el debate sea justo. Lo que no me parece es que al que piensa distinto se lo acuse de “comprado”, sea porque defiende al Gobierno o porque tiene una mirada crítica. No entiendo por qué llegamos a esto cuando el mensaje debería ser el de construir, no juzgar a los demás todo el tiempo. Una de las cosas más valiosas de este último tiempo es el compromiso de la juventud con la política, con el debate, con la ideología. El problema es que esa energía se deslegitima ante los ojos del “no comprometido”, que piensa que es mejor no comprometerse para no ser juzgado. No hay nada mejor que un pibe que milite y se interese por la realidad.
–No creo que tenga demasiada línea para bajar. Lo que me da la radio es un espacio más propio en el cual volcar otro tipo de intereses que en el formato de CQC no podía llevar adelante, que un día puede ser una idea política, otro algún comentario sobre el último libro de Haruki Murakami y otro sobre la historia de alguna canción. Quiero hacer un programa lúdico que abra el juego. El chiste interno es que “con Stallone no se mete nadie”. A partir de ahí, en Gente sexy se puede decir cualquier cosa.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux