Si alguien tiene que alguna duda acerca de que el vinilo volvió para quedarse, ayer Pink Floyd anunció que editará toda su discografía en ese formato, en 180 gramos, y a dos décadas de la aparición de su último trabajo en acetato. No obstante, mientras se espera el lanzamiento de sus cuatro primeros títulos para el próximo 3 de junio, hoy, desde las 11 y hasta las 20, en el The Roxy Live de Palermo (Niceto Vega 5542), los fans argentinos de la banda inglesa tendrán la oportunidad de hacerse de alguna rareza o de una edición pirata en un evento que se convirtió en todo un clásico: Buenos Aires en Vinilo. “A grandes rasgos, en esta ocasión no cambiamos mucho porque la gente está contenta con la propuesta de la Feria y lo que encuentra en ella”, adelanta Juan José Rodríguez Molas, organizador de la reunión cumbre de la melomanía porteña, que en esta oportunidad abraza su quinta edición y que, al igual que en 2015, ya planea una segunda este año. “Si bien pulimos algunos detalles, estarán los 40 expositores que nos acompañan desde el inicio, a los que se sumaron tres o cuatro nuevos”.

A diferencia de sus capítulos anteriores, en los que la reedición y el consumo de vinilos en la Argentina parecía aún una utopía, la Feria levanta el telón en una época muy buena para el formato. “Dejó de ser algo no comprobable”, explica Rodríguez Molas, quien, junto a sus socios, dio vida al encuentro en 2013. “Cuando en las tiendas de electrodomésticos de todo el país encontrás que ahora venden bandejas, significa que es un fenómeno real. Pero igualmente hay que tener cuidado con los booms, porque a veces aparentan ser más grandes de lo que son. Estoy convencido de que el vinilo está atravesando un buen momento, y hubo un crecimiento en el mercado”. Lo demuestra el reciente relanzamiento de un sinnúmero de discos clásicos del rock nacional, que en algunos casos nunca salieron a la luz en vinilo. “Hay sellos que son pioneros en este resurgimiento, como Sony. Aunque supo tener cuidado con la lectura del movimiento de mercado por los riesgos de la sobrefabricación. Ninguna compañía ha hecho nada alocado”.

Como contraparte de la alegría que significó ver en la calle la versión original de Artaud, disco fundamental de Luis Alberto Spinetta, los precios de estas producciones sorprendieron a muchos. “Los precios de las primeras reediciones que aparecieron el año pasado y éste no son totalmente accesibles porque se mandaron a fabricar fuera del país, y esto tiene su costo”, justifica Rodríguez Molas, quien además afirma que los vinilos nacionales más vendidos son los del otrora líder de Almendra y los de Gustavo Cerati. “Hubo títulos muy difíciles de conseguir que, tras su reaparición, aparte en cantidades suficientes para lograr un precio de mercado competitivo, bueno y accesible, acabaron con el fetiche de lo incunable”. Si bien uno de los atractivos de la Feria era el abundante catálogo de viejas ediciones del rock local que allí se pueden conseguir, esta edición promete varias perlas. “Los expositores guardan sus mejores piezas para la Feria porque vienen coleccionistas de muchos lados y porque hay mucha gente que no tiene tiempo en la semana para recorrer disquerías”.

Aunque la oferta de los expositores, conformados por disquerías, sellos, tiendas digitales y coleccionistas, es un espectáculo de por sí, Buenos Aires en Vinilo, fiel a su tradición, guarda bajo la manga algunas sorpresas. “La Feria en sí misma es una experiencia”, dispara el organizador. “Además de los musicalizadores, hay un artista invitado que nunca lo anunciamos porque queremos que el atractivo sea el evento, y que lo otro sea un regalo. Músicos muy importantes como Juana Molina y Boom Boom Kid pasaron por acá”. Esta fiesta del vinilo, que lleva cinco meses de preparación, es apta para todo tipo de público. “Hay una franja que siempre existió, y que está formada por coleccionistas fervientes, que saben lo que vienen a buscar. Pero están también los que recién se inician, los que reinciden y los que encuentran en el vinilo un objeto nostálgico. La concurrencia abarca todo tipo de edades y públicos. Enhorabuena que el vinilo está en bocas de muchos, y nosotros queremos que se siga expandiendo”.