La serie, con el nombre genérico de The Very Best of..., abarca un grupo de volúmenes dedicados a las más importantes figuras del jazz, con muy buenas antologías de la orquesta de Benny Goodman, Chick Corea, Bill Evans, John Coltrane, Miles Davis, Ella Fitzgerald, Duke Ellington, el Modern Jazz Quartet y Herbie Hancock, además de selecciones dedicadas a Cole Porter, George Gershwin y a baladas (Jazz for Lovers). Las ediciones, publicadas por el sello Music Brokers, se venden a muy bajo precio ($11) y son ideales para quienes no cultiven un fanatismo extremo por los datos (de los que la mayoría de estos volúmenes carece casi por completo), pero quieran tener una aproximación accesible a varios de los más grandes creadores del jazz. Pero hay una sorpresa de la que, probablemente, ni los propios responsables del sello se hayan dado cuenta. El disco bautizado The Very Best of Gerry Mulligan no es, como el resto, una compilación de versiones con distintas formaciones y de épocas diferentes, sino que es un disco completo y, para mejor, inconseguible hasta el momento. El álbum, inicialmente, había sido publicado en 1977 por el sello Who is Who in Jazz y no se trataba de un disco de Mulligan, sino del vibrafonista Lionel Hampton llamado Lionel Hampton meets Gerry Mulligan. Salvo una pequeña alteración en el orden de los temas –que pertenecen en su totalidad a Mulligan–, éste es el mismo disco, con Mulligan y Hampton acompañados por el pianista Hank Jones, Bucky Pizarelli en guitarra, Geoges Duvivier en contrabajo y Candido Camero en percusión. El repertorio incluye varios clásicos del saxofonista, entre ellos “Line for Lions” y “Walking Shoes”, y una especie de zapada furibunda bautizada –al revés que el disco–“Gerry meets Hamp”.