Después de que Juanes diera a conocer su intención de reeditar en Cuba el “Concierto por la paz” que realizó en 2008 en la frontera de Colombia y Venezuela, la reacción no se hizo esperar, ni dentro ni fuera de la isla. En Miami, el exilio cubano criticó su iniciativa y ya algunos de los artistas invitados declinaron participar. En las calles de La Habana, en tanto, los más jóvenes se manifestaron entusiasmados por la posibilidad de ver en vivo a Juanes. Dicen que el boicot de sus compatriotas desde los Estados Unidos “es injusto”. “Juanes no tiene que perder más tiempo intentando razonar con gente que lo único que quiere es llevarles la contraria a Fidel y Raúl (Castro)”, señaló Brian, taxista de 25 años que está siguiendo “el caso” mediante el canal estadounidense Univisión con una antena prohibida.