La endeudada Metro Goldwyn-Mayer parece haber encontrado a su mesías. Los hermanos Tony y Ridley Scott presentaron un plan a las entidades de crédito para reestructurar y dirigir los estudios. Además de compartir sangre, juntos están a la cabeza de Scott Free que, de efectuarse la operación, podría fusionarse con la nueva adquisición. Actualmente, MGM pertenece a inversores y empresas que la compraron en 2005 por cinco mil millones de dólares. La deuda que contrajo desde entonces asciende a cuatro mil millones. En algún momento, Time Warner se perfiló como el comprador con mayores posibilidades, pero su oferta de 1500 millones no alcanzó las expectativas de los acreedores.