Esas cosas de las leyes del mercado: la euforia por acudir al show que Paul McCartney dio el viernes en el estadio de los Yankees de Nueva York disparó el precio de sus entradas hasta cifras exorbitantes, por lo que una silla en primera fila se cotizó en Internet casi 10.000 dólares. El músico tocó por primera vez en la casa del popular equipo de béisbol neoyorquino, aunque en 1965 ya supo lo que era tocar en un gran estadio de la Gran Manzana tras el concierto que ofreció junto a Los Beatles en el Shea Stadium, ante cerca de 55.000 personas.