El culto a la importancia del libro sufrió una embestida inesperada el año pasado. La paranoia por la gripe A –suerte de pesadilla diluida en el entonces agotado alcohol en gel– obligó a barajar y dar de nuevo. Las vacaciones de invierno se anticiparon y el temor al contagio –ahora risible, como si el tiempo hubiese blanqueado los gestos obsesivos por la limpieza y los controles– avanzó sobre los espacios públicos. Muchos espectáculos y encuentros culturales fueron suspendidos, como la clásica Feria del Libro Infantil y Juvenil, que a partir de hoy y hasta el 31 de julio regresará con un suculento programa de actividades en el Centro de Exposiciones de la Ciudad (Av. Figueroa Alcorta y Pueyrredón). Chicos y grandes contarán con un pabellón y tres carpas para materializar, paso a paso en 12 mil metros cuadrados, el lema de esta edición redonda, la número veinte, “Encantados de leer”, organizada por la Fundación El Libro. La principal novedad, especialmente para los bolsillos familiares que tienen que lidiar contra las múltiples tentaciones invernales, es la entrada gratuita hasta los 18 años (ver aparte).

Se sabe que el libro tiene buena prensa: mucha imagen positiva y casi nada de imagen negativa. “Encantados de leer”, caballito de batalla de la 20ª edición, refleja el disfrute que genera ese encuentro íntimo entre el libro y el lector, aunque el espacio del predio con sus “ruidos” no sea –siempre– el mejor ámbito para el cultivo de la intimidad con las páginas de un libro. Esa queja proviene del mundo de los adultos; los chicos están mejor equipados para desarrollar la creatividad, la imaginación y la atención en lugares que por exceso de oferta tienden, “naturalmente”, a la dispersión. Sin dudas el acontecimiento de este año será la realización, por primera vez, de un Festival de Historieta, el próximo viernes y sábado (17 y 18), con la participación de Pablo de Santis, Carlos Trillo, Horacio López, Max Aguirre, Lautaro Ortiz, Gustavo Sala y Liniers, entre otros. El género, una de las expresiones visuales y literarias más populares en nuestro país, pedía a gritos un lugar en la agenda. Habrá talleres de guión, dibujo y humor gráfico; proyecciones de animaciones, charlas con historietistas y encuentros sobre el panorama editorial, humor y autores argentinos.

Habrá mucha tela para cortar en estas tres semanas. Además de la exhibición de casi todo el fondo editorial disponible en materia de literatura para chicos, adolescentes y jóvenes –con excepciones importantes, como Sudamericana, Aique y Estrada, que decidieron cancelar su participación–, se podrá disfrutar de narraciones orales de Claudio Ledesma y Ana Padovani, espectáculos de magia, títeres, clown, teatro, danza y música. Como acostumbra, Luis María Pescetti deleitará a la audiencia con canciones y juegos; y no podían faltar en el menú de esta fiesta Pipo Pescador ni las propuestas teatrales de La Galera Encantada. El autor homenajeado en esta edición será Robert Louis Stevenson (1850-1894). A 160 años del nacimiento del autor de La isla del tesoro y El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, entre otros títulos, la exposición “Stevenson: una vida de aventura” –organizada conjuntamente por la asociación civil La Nube, un centro de Documentación de Literatura Infantil y Juvenil único en el mundo que cumple 35 años– ofrecerá diferentes ediciones de los libros de uno de los autores preferidos por Borges, objetos relacionados con sus obras y muchas fotos.

Entre las actividades destinadas a los profesionales del sector –libreros y editores–, se destaca el Encuentro de Profesionales del Libro Infantil y Juvenil (el 19 y 20 de julio). Bajo el lema “Librerías que encantan”, en este espacio de intercambio y capacitación participarán Adela Castrenovo, Carla Baredes (de la editorial Iamiqué), Adela Basch (Abran Cancha), Silvia Schujer, Márgara Averbach y Liliana Bodoc, entre otros. En la misma línea de encantamiento, pero destinado a bibliotecarios y docentes, se realizará un Foro de Promoción del Libro y la Lectura, “Encantados de leer en las bibliotecas” (el 24 de julio), organizado por Abgra (Asociación de Bibliotecarios Graduados de la República Argentina). Y finalmente también habrá unas Jornadas para Docentes y Mediadores de Lectura (del 21 al 23) con conferencias especiales de Ana María Shua y María Teresa Andruetto.

Marta Díaz, directora de Ferias de la Fundación El Libro, plantea que hay una tendencia que se ha consolidado en los últimos años. Se ha multiplicado la cantidad de editoriales que tienen sellos o colecciones infantiles-juveniles o que se dedican específicamente al género. “La literatura infantil se vende más porque los padres quieren que los chicos descubran tempranamente la lectura”, dice Díaz. “Aunque en las escuelas y en las familias se encuentran los incentivos primarios hacia los libros, la Feria en estos años no sólo acompañó, sino que ha sido un elemento fortalecedor de la lectura para los chicos y jóvenes.” Díaz recuerda que hace veinte años los organizadores se dieron cuenta de que el éxito de la literatura infantil en la Feria Internacional –la que se hace en el otoño porteño– merecía –y pedía– un espacio propio, una feria autónoma para el sector. “Estamos corriendo contrarreloj –admite–, pero la Feria va a estar muy bien.”