Horacio González presentó el “Plan de acción” de la Biblioteca Nacional (BN), que incluye la inauguración del esperadísimo Museo del Libro y de la Lengua, diversos homenajes a Sarmiento, Borges, Manzi y Discépolo, y la digitalización de todo el patrimonio de la bicentenaria institución. El director de la BN encendió la llama de un complejo debate que aún continúa en torno de los compromisos literarios y políticos. Mario Vargas Llosa inaugurará la 37º edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Pero algún día, alguien tendrá que escribir una suerte de diccionario insólito de nuevos y truculentos sinónimos. Que disentir sobre el lugar concedido al último Premio Nobel de Literatura haya sido interpretado automáticamente como “veto” o “censura” sorprende por el peligroso desplazamiento del sentido de las palabras. La sensación térmica bajó con el correr de los días, aunque el escritor peruano quiera echar más leña al fuego cuando avisa que los propósitos exclusivamente literarios de la apertura “se han roto”, y que ahora también hablará de lo que piensa en el ámbito político. “Fue una polémica interesante que seguirá porque Vargas Llosa es polémico y nosotros hemos dicho cosas –señaló González a Página/12–. Pero de las cosas que dijimos ninguna incluyó la censura o el intento de acallar una voz. Me da vergüenza tener que aclararlo, porque realmente no hubo nada de eso, y esto revela que el aparato comunicacional mundial no se da el tiempo para interpretar lo que son interesantes polémicas.”

Todos han tomado nota de la magnitud que alcanzó la discusión. “Argentina es un país que está en medio de grandes transformaciones y que siempre tuvo grandes polémicas. Esta es una polémica sobre el papel del intelectual y las posiciones políticas de un novelista, sobre la Feria del Libro como gran aparato cultural, porque el libro es un aparato cultural atravesado por cuestiones económicas, simbólicas y mercantiles”, subrayó. “Yo no estoy para nada preocupado por esta polémica, si bien se puede decir que me han tirado con todo.”

La principal expectativa de la programación de la BN gira en torno del Museo del Libro y de la Lengua, que se inaugurará el 15 de agosto. “Buenos Aires no va a ser la misma con este museo; será una de las grandes obras de la ciudad”, aseguró González durante la conferencia de prensa en la que desglosó las novedades del “Plan de acción” de la institución. Situado en Las Heras 2555, el Museo desplegará diversos dispositivos de exposición para que los visitantes participen de múltiples experiencias artísticas, lúdicas y sensoriales vinculadas con la lengua. Se sabe que el español hablado en Argentina tiene rasgos singulares, y que durante muchos años se discutió la existencia de un “idioma propio” de la Nación. La tensa coexistencia entre lenguas y culturas distintas y, al mismo tiempo, la afirmación de una cultura nacional singular, serán los dilemas que surcarán el horizonte de este Museo, diseñado por Clorindo Testa y dirigido por María Pía López. Recursos audiovisuales y obras de arte invitarán al espectador a reconocer la lengua “como el milagro de lo común”, a pesar de las singularidades. “La idea es proponer una reflexión sobre la Argentina contemporánea, donde se hablan muchos tonos de la lengua española, y donde existen también un conjunto de lenguas que provienen de los pueblos indígenas y de las distintas corrientes migratorias. Hay que ser capaz de reflejar la pluralidad y la heterogeneidad”, explicó López.

La planta baja del Museo será el territorio del idioma. A través de paneles, archivos sonoros y mapas se podrá realizar un recorrido por los procesos históricos más profundos que modificaron las lenguas utilizadas en el país. Más allá de afirmar la unidad lingüística latinoamericana, se desplegarán también las distintas variedades regionales. Habrá instancias lúdicas interactivas que reflejarán la coexistencia del español con otras lenguas dentro del mismo territorio. Una sala audiovisual, cuya idea y contenidos estarán bajo la dirección de la cineasta Albertina Carri, permitirá al visitante reconocerse como partícipe de esa creación que se podría titular “la experiencia de la lengua”.

Los cambios tecnológicos pisan fuerte en la BN. A partir de la adquisición del nuevo software integral, el patrimonio de la Biblioteca estará en red, “un proceso inédito en el ambiente bibliotecológico”, según lo definió González. La subdirectora Elsa Barber resumió las ventajas de contar con este sistema. “Las bibliotecas de otros países que trabajan con estándares internacionales podrán capturar e importar a sus catálogos las descripciones de las obras editadas en Argentina, lo que permitirá, en el ámbito institucional, la difusión del rico patrimonio documental.” Entre las innovaciones tecnológicas imperiosas a esta altura del partido, se incorporarán servicios de referencia electrónica y de Wi-Fi en las salas de lectura de libros y hemeroteca, además de acceso a Internet gratuito para los usuarios generales y el equipamiento tecnológico integral de los gabinetes para investigadores y estudiantes.

La política editorial de la institución, que ya ha inyectado un centenar de títulos a través de colecciones como “Los Raros”, se prolongará como uno de los más encomiables caballitos de batalla a la hora de poner nuevamente en circulación obras de la literatura que muy difícilmente llegarían al lector si quedaran libradas exclusivamente a los intereses del mercado editorial. El menú de exposiciones biblio-hemorográficas tiene algunos platos fuertes como “Borges lector”, conformada por los centenares de libros leídos, anotados y donados por el propio escritor al dejar la dirección de la BN; “Sarmiento. Una discusión argentina”, homenaje al ex presidente y autor de algunas de las mejores páginas de la literatura nacional a 200 años de su nacimiento; y jornadas de debate, lectura y reflexión en los homenajes a Juan José Saer, Homero Manzi y Enrique Santos Discépolo, entre otras actividades (ver aparte). Agosto será, sin dudas, un mes efervescente. A la apertura del Museo del Libro y de la Lengua se sumará la realización de las primeras jornadas internacionales “Borges lector” –en sintonía con la muestra homónima– de las que participarán, entre otros, Ricardo Piglia, Guillermo Martínez y Daniel Balderston.