“Aspiro a escribir textos donde la cantidad de años que tenga el lector no sea más que un accidente como el verano o la lluvia o el frío, como eran esos cuentos que se relataban alrededor del fogón, cuando el fuego siempre estaba unido a la palabra.” Esa frase expresa quizás el espíritu del inolvidable escritor chaqueño Gustavo Roldán, quien decía que sus cuentos eran “para chicos y para grandes, para todos”. Para homenajear a uno de los autores más importantes de la literatura infantil y seguir disfrutando de su obra, se realizará hoy a partir de las 14.30 el 2º Encuentro Literario Gustavo Roldán, en el Espacio Cultural Nuestros Hijos (ECuNHi), Av. del Libertador 8465. La jornada, con entrada libre y gratuita, convoca a seguir conociendo sus historias a través de distintas experiencias artísticas y educativas.

Como una gran puerta que se abre hacia el universo de las palabras de este autor nacido en el monte chaqueño, el encuentro invita a participar de talleres artísticos para la familia, narraciones orales, poesía, obras teatrales, proyecciones audiovisuales de la señal educativa Pakapaka, una muestra del escritor, intervenciones de clowns, susurradores y una biblioteca infantil. El encuentro tiene como madrina a la escritora Laura Devetach. La música también tendrá un lugar importante: el cierre lo protagonizará un ensamble de percusión integrado por niños músicos de La Chilinguita y la Orquesta Don Alguito Algas. Como una de las búsquedas principales de los organizadores es “acercar los chicos a la lectura”, no podían faltar las exposiciones de libros de editoriales como Alfaguara, Fondo de Cultura Económica, Calibroscopio, Pequeño Editor, Uranito, Sudamericana, Grupo Editorial Norma y Filbita.

Los personajes del autor, la mayoría de ellos animales del monte chaqueño, donde vivió su infancia, invitan al lector a viajar por mundos en donde la belleza poética, el sentido del humor y la ironía ocupan un lugar fundamental. “Roldán no tiene una mirada demagógica hacia los chicos en su literatura, como si a los chicos hubiera que hablarles en diminutivo o decirles siempre que todo es lindo y los finales son felices. En Como si el ruido pudiera molestar hay un final de muerte. Tenía una prosa poética impresionante, con una forma de construir el lenguaje que es muy particular”, subraya Lucía Buceta, una de las organizadoras. “Sus temáticas son bellísimas –agrega–, habla de la libertad, la amistad, la muerte, la verdad y la mentira; cómo se construyen los relatos de la verdad, cómo una mentira a veces puede ser más bella que la realidad misma. Esa forma de ver el mundo es fantástica.”

“Roldán sostenía que el escritor tiene el desafío de escribir de lo que no se puede hablar. Y eso también es maravilloso. Como su libro Prohibido el elefante. El sacaba sus personajes de la calle, del monte, y por eso nos identificamos tanto con ellos. Creo que llega tanto a los chicos como a los grandes por las temáticas que tocaba, tan nuestras”, destaca a Página/12 una de las organizadoras de la iniciativa y del Programa El ECuNHi Hace Escuela, Verónica Parodi. “Nos interesa rescatar distintos rasgos de la escritura de Roldán, como la duda y la pregunta, que son formas válidas de aprender y conocer, de construir el sentido. Queremos rescatar esos rasgos de su escritura para que los chicos también puedan crear a partir de eso”, comenta Buceta. Esas particularidades se pueden encontrar en sus títulos principales: El monte era una fiesta, Los sueños del yacaré, El pajarito remendado, Prohibido el elefante, Las pulgas no andan por las ramas, El día de las tortugas, Piojo chamamecero y El vuelo del sapo, entre muchos otros.

–¿Por qué homenajear a Gustavo Roldán? ¿Qué rasgos de su vida y su obra les interesó reivindicar?

Verónica Parodi: –Roldán nos escribe con palabras que hablan de nosotros. Acercó a los chicos los sonidos de la naturaleza; nos acercó a los animales del monte de una manera poética y divertida. Nos hizo pensar que el mundo puede ser más bello y más justo. Y que un día podemos volar como el sapo. El dijo: “Cualquiera que aprenda a volar, puede resistir”. Y ése es el corazón del festival.

–¿Cuál creen que es la función social de la literatura?

Lucía Buceta: –Creemos que la palabra es una herramienta para abrir el horizonte. En la palabra hay una cuestión inclusiva y expansiva a la vez. A los chicos les da la posibilidad de ampliar la mirada, de conocer mundos nuevos, de transformar la realidad. La poeta Marisa Negri dice algo que es muy real: “Cuando tenemos palabras nuevas, podemos criticar o reformular aquello que nos han dicho y que ha quedado así para siempre, cerrado”. Entonces, la literatura nos da la posibilidad de incorporar nuevas palabras y de transformar nuestra mirada sobre el mundo. Es una indagación permanente, una búsqueda constante. La palabra es la herramienta para debatir y para pensar. Hay una frase de Ernesto Sabato que me interesa: “Con la autoridad que me dan los años, les pido a los chicos que lean. Porque leer les dará una mirada más abierta sobre los hombres y sobre el mundo, y los ayudará a rechazar la realidad como un hecho irrevocable”.

–¿Qué dimensión toma este encuentro en el ECuNHi?

V. P.: –Nadie entra y sale de la misma manera de este espacio. Siempre te vas transformado, te guste o no. Todo toma una dimensión diferente aquí. Y los chicos se sienten parte de este espacio cultural. Ningún niño y ningún adulto se van de la misma manera.

L. B.: –Y justamente en el ECuNHi la palabra toma otra dimensión: es ir contra el silencio. Por eso tiene un significado muy fuerte escribir y leer en este espacio. Además apostamos a democratizar el acceso a los bienes culturales de calidad. Y sobre todo que los chicos no sean meros espectadores sino que todas las propuestas convoquen a que ellos sean los protagonistas de ese proceso creativo. Que ellos también tengan que reflexionar, interpelarse y construir algo. Nosotros apostamos a que ellos no sólo disfruten de las actividades y puedan acceder a los bienes culturales sino, también, que ellos sean la voz. Entonces ellos son los protagonistas.