Vie 23.01.2015
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CULTURA › EL DíA NACIONAL DEL MúSICO SE CELEBRA HOY POR PRIMERA VEZ

En el nombre del Flaco

Por ley, los músicos tienen su día para manifestar las condiciones en las cuales se desarrolla su profesión y las necesidades a resolver. Además de la celebración, en el Parque de la Memoria se juntarán firmas para que la calle Iberá pase a llamarse Luis Alberto Spinetta.

Luis Alberto Spinetta murió el 8 de febrero de 2012. Ese mismo día, a media cuadra de su casa-estudio La Diosa Salvaje, en la esquina de Iberá y Pacheco (Villa Urquiza), Rodrigo Quintana puso en marcha una idea que hacía tiempo le daba vueltas en la cabeza: cambiar el nombre de la calle Iberá, donde él también vivía, por el del Flaco que lo había conmovido con su música desde la juventud. “Ese impulso que tuve hace casi tres años, en el que trabajamos a la par con Fernando De Trápaga, hoy ya tiene más de 13.650 firmas que avalan la propuesta. Recibimos el apoyo de la familia de Luis. Dante y Catarina se comunicaron con nosotros para bancarnos en esto. También Gustavo Santaolalla, León Gieco y Andrea Alvarez han promovido el proyecto. Creemos que ésta es una manera de darle un poco del respeto que merece la obra de Luis, una forma más de quedarnos cerca de él. Empezamos con una movida barrial que tuvo el apoyo de los vecinos. Luis tenía una relación casi enamoradiza con Villa Urquiza, y en ese momento nos dimos cuenta de que del otro lado volvía lo mismo. Después subimos el petitorio en una página web (http://www.juntemosfir mas.org), donde la gente puede firmar de manera digital para darle su apoyo al proyecto y también armamos una fan page de Facebook (“Cambiar el nombre de calle Iberá por Luis Alberto Spinetta”) en la que publicamos la información que vamos teniendo sobre el estado del petitorio”, detalla Quintana.

“Tenemos que seguir con esto porque todavía hay algunas trabas –continúa–. La ley dice que no se puede poner a una calle el nombre de alguien que no haya fallecido hace por lo menos diez años. Por eso hoy Pappo ya tiene su calle en Rosario. Pero creemos que cada caso hay que tratarlo de manera separada. También nos han argumentado la importancia de que los Esteros del Iberá han sido reconocidos como Patrimonio Nacional. Una opción que tenemos es la de cambiar el nombre del tramo que Iberá recorre en Villa Urquiza, y mantener el nombre anterior en los otros tres barrios por los que pasa. Confiamos que la elección del cumpleaños de Luis como el Día Nacional del Músico le dé más fuerza a nuestro proyecto.”

El 23 de enero de 2013 fue el primer cumpleaños que Spinetta no pasó en este mundo. Rodrigo Quintana, a casi un año de haber comenzado su proyecto para cambiar el nombre de la calle Iberá, convocó a un encuentro en una de las plazas de Villa Urquiza para compartir lecturas, pinturas y la música del Flaco. También le iba a permitir continuar con la recolección de firmas. Se juntaron casi quinientas personas. Al año siguiente, en el Parque de la Memoria, más de 2 mil. Este año vuelven a ese predio y esperan un número todavía mayor. “Ahora queremos que haya un sonido a la altura de los músicos que se van a acercar. Celeste Carballo, Rodolfo García y Claudia Puyó ya nos confirmaron su presencia. Nos gustaría que puedan tocar y se sientan cómodos para eso –dice Quintana–. Tenemos los equipos y la manera de transportarlos. Lo único que nos falta es conseguir un generador para alimentar todo. Esta fecha es muy especial. Vamos a estar celebrando el primer Día Nacional del Músico, que es el cumpleaños de Luis. Eso ya es un hecho y hay que festejarlo.”

La ley que convierte el natalicio de Luis Alberto Spinetta en el Día Nacional del Músico fue aprobada el pasado 22 de diciembre en la Cámara de Senadores, por lo que comenzará a regir en febrero de este año. Impulsado por la diputada Mayra Mendoza (FpV), el proyecto que ya es ley generó algún desencuentro dentro del mundo de la música. El 26 de noviembre, el reconocido guitarrista y compositor de folklore Juan Falú escribió una carta abierta una vez que el proyecto había sido aprobado en Diputados: “Sin desmerecer la trayectoria de Spinetta, en un país que cuenta con Gardel, Chazarreta, Horacio Salgán, pasando por Atahualpa Yupanqui, Ariel Ramírez, Eduardo Falú, Astor Piazzolla, Ramón Navarro, Ramón Ayala, María Elena Walsh o Gustavo Leguizamón, y que ha contado con creadores de imperecederas canciones que calaron profundo en el alma colectiva nacional, resulta hasta increíble que se proponga compulsivamente a un representante del rock para tamaña representatividad simbólica”. Al finalizar su carta, Falú planteaba la necesidad de un debate para poder tomar una decisión como ésta: “El apresuramiento en llevar al Congreso un proyecto sin la necesaria discusión y consenso contiene rasgos autoritarios por el irreflexivo uso de los recursos democráticos para plasmar una ley que difícilmente pueda cuestionarse una vez sancionada. ¿Quién osaría derogar una ley que unge a Spinetta con tal carga simbólica? Posiblemente nadie. Pero eso no le confiere una necesaria legitimidad porque parte de un atropellamiento que, a la mirada de muchos que piensan como yo, responde a una recortada perspectiva de la cultura nacional”.

La ley recientemente aprobada faculta al Poder Ejecutivo a “publicar en papel las obras musicales, autorales y compositivas más importantes” del líder de Almendra, Pescado Rabioso, Invisible y Spinetta Jade, para ser “distribuidas en las instituciones que considere oportunas”. Diego Boris, titular del Instituto Nacional de Música, declaró que la elección de Spinetta iba más allá de sus cualidades artísticas, ya que “Luis tuvo una actitud muy sólida con el apoyo activo a la Ley de la Música, así como a los artículos que se refieren a la música en la ley de medios. Lo que está sucediendo es el producto de algo en lo que los músicos venimos trabajando hace mucho tiempo, de contar con la posibilidad de tener un día, todos los años, en el cual podamos manifestar las condiciones en las cuales se desarrolla nuestra profesión y las necesidades a resolver”. Al interior del rock argentino, las cosas tampoco estaban tan fáciles. Charly García, Fito Páez o Pappo podrían quizás ocupar el lugar que hoy tiene el Flaco. “Creo que la elección tiene que ver con la integridad de Luis –asegura Quintana–. Uno puede escucharlo, leer sus poemas y sus escritos, observar sus dibujos. Era un artista completo y fue uno de los padres del rock argentino. Lo más importante es que nunca cayó en la de creérsela, la de andar pensando que era mejor que los demás. Me animaría a decir que él hubiese apoyado esta ley, porque no es para que figure su nombre sino para transmitir su obra, que pueda llegar a las escuelas y le cambie la vida a un chico, como me la cambió a mí.”

Informe: Diego Fernández Romeral.

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