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Lunes, 24 de agosto de 2015

CULTURA › PROYECTO DE UNIVERSIDAD DE LETRAS DE LA SOCIEDAD ARGENTINA DE ESCRITORES

Una nueva opción académica

La SADE presentará hoy en la casa José Hernández el plan edilicio y académico de la Universidad de Letras y el Museo de la Literatura Argentina. En la jornada se celebrará el Día del Lector, en coincidencia con el natalicio de Borges.

 Por Silvina Friera

“Mi argumento de hoy es la patria: lo que hay en ella de presente, de pasado y de venidero. Y conste que lo venidero nunca se anima a ser presente del todo sin antes ensayarse y que ese ensayo es la esperanza”, plantea Jorge Luis Borges en la introducción de El tamaño de mi esperanza. Lo venidero es el plan edilicio y académico de la Universidad de Letras y el Museo de la Literatura Argentina de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), que se presentarán hoy, a las 19, en la casa José Hernández (México 524), jornada en la que se celebrará el Día del Lector, en coincidencia con el natalicio de Borges (ver recuadro). El escritor Alejandro Vaccaro, presidente de la SADE, cuenta que el edificio de la Universidad –que se levantará en el terreno contiguo a la casa José Hernández, en el barrio de San Telmo– tendrá una superficie total de 3820 metros cuadrados y que el proyecto costará unos 4 millones de dólares.

Hace casi siete años que Vaccaro está al frente de la SADE. “Me encontré con una institución con muchos inconvenientes, algunos de tipo económico, pero esos son fáciles de resolver con una administración ordenada; y con problemas de credibilidad y de prestigios que se habían perdido. La SADE se había transformado en una suerte de reunión de solos y solas cuya relación con la literatura era misteriosa, como diría Borges. Esto es lo que más cuesta recuperar y no es sencillo. Yo lucho día a día para mostrar que hay una institución distinta y abierta”, subraya el escritor y biógrafo de Borges a Página/12. La SADE, que fue creada en 1928 y tuvo como primer presidente a Leopoldo Lugones, cuenta con 75 filiales en todo el país –de las cuales funcionan a pleno 65– y tiene unos 6500 escritores afiliados. “Estamos trabajando en un proyecto de ley de recaudación de derechos colectivos que nos permitiría tener fondos para que la cuota no sea una exigencia”, revela Vaccaro y comenta que antiguamente el estatuto de la entidad establecía que el 10 por ciento de lo que se recaudaba en el interior había que mandarlo a SADE central. “Yo eliminé eso porque es exactamente al revés: no- sotros debemos ayudar a la gente del interior. Muchas veces este país tiene un federalismo proclamado y no practicado”, dice el autor de Borges, vida y literatura.

En el sótano de la otra sede de la SADE –la casa de la calle Uruguay– aparecieron 2000 manuscritos con cartas de Esteban Echeverría, de Juan Bautista Alberdi, de Sarmiento; manuscritos de Rubén Darío como la “Marcha triunfal”, el poema que escribió en la isla Martín García, y hasta fragmentos de la traducción que hizo Bartolomé Mitre de la Divina Comedia. También hay manuscritos de Ricardo Güiraldes y de Leopoldo Lugones. Estos materiales integrarán el Museo de la Literatura Argentina. “El Museo tiene que tener los manuscritos, pero también vamos a mostrar una idea museográficamente moderna para que la gente interactúe, sobre todo los chicos, y sepan quiénes fueron los escritores de nuestro país. El museo tiene esa parte fetichista porque uno ama el papelito que escribió un escritor que uno admira. Yo entiendo esa relación fetichista, pero tiene que ser sólo una parte del museo.” La casa José Hernández de la calle México al 500, que tiene más de 200 años –la SADE tiene las escrituras de 1806, aunque el predio es anterior, de 1616–, es ideal para albergar el museo. En el predio contiguo a la casa hay una playa de estacionamiento que también pertenece a la SADE. Ahí se levantará la Universidad de Letras.

El proyecto de la Universidad requiere de recursos privados y estatales para cubrir los 4 millones de dólares de costo total. “Los recursos privados los tenemos; hay un par de empresas que pondrían una parte”, confirma Vaccaro. En esa universidad se dictaría por ahora una única carrera: licenciatura en Letras, que estaría dividida en tres ciclos: uno de tres años, con un título intermedio para dar clases como profesor, la licenciatura de cinco años y el doctorado de ocho. “Queremos hacer hincapié en una universidad con fuerte acento en la literatura argentina y latinoamericana, en la literatura en nuestra lengua. Nosotros vamos a poner el acento en muchos de nuestros escritores olvidados, como Carlos Mastronardi, Enrique Banchs, Leopoldo Marechal, Manuel Mujica Láinez, Daniel Moyano, Juan José Manauta, Leónidas Barletta, Juan José Hernández. Poner el acento en la literatura argentina no implica descuidar la literatura universal”, aclara el presidente de SADE y agrega que en esta etapa inicial del proyecto están colaborando Mario Goloboff y Jorge Luis Bernetti.

–¿No es demasiado costoso levantar una universidad para que tenga una sola carrera?

–No, y está previsto. El Estado prevé dos formas de enseñanza terciaria: una a través de la universidad y la otra lo que se llama instituto universitario, que tienen el mismo rango que una universidad en cuanto a los títulos, pero tiene una sola carrera. El diseño edilicio nos va a permitir albergar unos 450 alumnos por turno. O sea que podemos llegar a tener unos mil alumnos entre los tres turnos. Yo hablé con el ministro (Alberto) Sileoni, que ve con buenos ojos este proyecto, para iniciar de forma inmediata el trámite de aprobación de la universidad. Es un proyecto que me parece muy transparente y único; es una apuesta en la que no se persigue lucro, sino todo lo contrario.

–Es una apuesta de riesgo porque la carrera de Letras de la UBA tiene mucho prestigio, hay una diversidad y pluralidad de cátedras y perspectivas, aunque no tenga puesto el acento específico en la literatura argentina.

–Sí, sin duda, pero no vamos a competir con la UBA. Nosotros venimos a ocupar un nicho. Yo conozco a muchos profesores de la UBA, los admiro y los aprecio, pero no vamos a competir en ese nivel. La universidad de la SADE es una cosa más modesta, con un pequeño acento en la literatura argentina para distinguirnos un poquito también, porque si no uno diría ¿para qué? Geográficamente estamos en lugares distintos. Nosotros vamos a estar en San Telmo, que es un lugar donde hay mucho movimiento de jóvenes y está la Universidad del Cine cerca. En principio vamos a tener maestría, licenciatura y doctorado en Letras. El futuro dirá si podemos ampliar a otras carreras como Filosofía.

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Alejandro Vaccaro, presidente de la SADE. La universidad tendrá maestría, licenciatura y doctorado en Letras.
Imagen: Rafael Yohai
 
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