Página/12 En Estados Unidos

La primera sensación cuando se atraviesa alguna de las puertas del Javits Center neoyorquino es que el mundo enloqueció y nadie dio aviso. Mientras los ojos intentan abarcar la inmensidad de la Comic Con de un primer pantallazo, hay que correrse porque justo en la dirección de uno viene a paso firme un Transformer de dos metros y medio, todo metal ruidoso y con cara de pocos (y oxidados) amigos. Y entonces pasan cuatro tortugas ninja con disfraces tipo La Salada, pero se topan con un Guasón tan realista que confirma que sí, que Nueva York es Ciudad Gótica... al menos hasta el domingo. Durante cuatro días, la Comic Con (NYCC) ha tomado por asalto –literalmente– el centro de convenciones ubicado a la vera del río Hudson. Los pasillos están repletos de ansiosos buscadores de muñecos, remeras, revistas, posters, autitos, cuadros, pins, llaveros, espadas, utilería, máscaras, vestuario, más muñecos, más remeras y así...

Las entradas para NYCC están agotadas desde hace meses y es por lo menos curioso ver la procesión de gente de todas las edades que camina hasta el Javits Center con sus disfraces y maquillajes ya puestos, la celebración del cosplay. Está bien, los neoyorquinos portan con orgullo la actitud superada de quien no se sorprende por nada del mundo, pero ver bajar cinco zombies del colectivo y que de las bocas de subte salgan personajes de Cartoon Network tampoco debe ser cosa de todos los días. Si lo que se ve en cada stand del Javits llama la atención, el “público” queda atrás: hay trajes y disfraces tan elaborados que parecen salidos de un estudio hollywoodense. Y a quienes pasaron largo tiempo trabajando sus personajes se les ilumina la cara cuando alguien les pide sacarse una foto con ellos.

Aunque tenga todo un sector enorme dispuesto para que los dibujantes firmen sus obras (por tarifas que van desde los 5 a los 125 dólares), NYCC es mucho más que una convención de fans de las historietas. El cine y la televisión tercian muy fuerte en este bizarro mercado persa, al que el año pasado asistieron más de 150 mil personas. Y en el que, según los conocedores, esa cifra será largamente superada esta vez. Aquí estarán desde Bryan “Heisenberg” Cranston hasta Jack Black y Elijah Wood, con una larguísima lista de celebridades en el medio, para promocionar sus nuevas películas o series. Habrá una premiere estadounidense de Los expedientes secretos X (Fox), se adelantará la segunda temporada de Gotham (Warner), estarán presentes los protagonistas de la flamante Blindspot (Warner), se verá la nueva entrega de Star Wars Rebels (Disney XD), Robert Rodríguez mostrará cómo sigue la serie From Dusk till Dawn (Netflix) y Sam Raimi hará lo propio con Ash vs Evil Dead (Fox 1), entre una inabarcable lista de actividades.

Los fans pueden asistir a los paneles, en los que generalmente están presentes las figuras de cada programa, y también a las proyecciones de los adelantos de episodios. Eso sí, hay que ser MUY fan: es menester llegar muy temprano para conseguir las preciadas cintitas que habilitan el ingreso, y en algunos casos comerse colas de varias horas. Mientras tanto, los maquillajes artísticos comienzan a correrse y la paciencia a tornarse esquiva, pero todo vale para quienes quieren salir del centro de convenciones con el orgullo de haber estado allí.

En este panorama de hiperactividad para los seguidores de series, lo que sin duda destaca es el evento con el que se presentará la sexta temporada de The Walking Dead. En principio, porque el marco no será una de las salas que en el Javits Center se destinan a los screenings sino en el mismísimo Madison Square Garden, que esta noche seguramente se verá plagado de zombies. Pero además, porque el reparto en pleno ya anunció que estará presente, lo cual hizo que las entradas volaran. El trailer oficial de 4 minutos que el canal AMC dio a conocer muestra a Rick Grimes y a Daryl Dixon embarcados en una nueva era, caracterizada por el fin de la aparente paz en Alexandria y que probablemente le dé nueva vida a la serie. Los millones de seguidores de la serie no tendrán mucho tiempo para envidiar a los privilegiados que poblarán el Garden: la serie se estrenará el domingo. En la Argentina se verá en simultáneo (a las 22.30), pero por el canal premium Fox1; los que no cuenten con esa señal deberán esperar hasta el lunes a las 22.

El hall principal está ocupado por cuanta empresa se mueva en el mundo de los comics, las series, las películas y aledaños. Caminar por entre los stands puede tornarse más difícil que combatir el crimen en Ciudad Gótica, porque todo el mundo está apurado en la búsqueda de ese pedacito de felicidad hecha objeto que sueña encontrar del otro lado del Javits. En los pasillos del Artist Alley se respira menos ansiedad: allí llegan los admiradores de las viñetas en busca de conocer a los dibujantes, llevarse historietas o dibujos originales firmados, y charlar un poco con esos magos que les proponen mundos de aventuras desde la punta de un lápiz.

Al visitante primerizo, CCNY puede llegar a abrumarlo. Las sorpresas se multiplican a cada minuto, la búsqueda de la gema oculta se torna difícil porque acá todo el mundo conoce los precios de las “joyas” (que bien puede ser 180 mil dólares por una primera edición de un comic vintage en perfecto estado), el ruido emparda al del tránsito de la ciudad... Entonces pasa un barrigón vestido con un maillot verde flúo, la cara pintarrajeada, nariz y peluca de payaso, y se refuerza la sensación de que en esta convención uno puede ver cualquier cosa. Pero no es real, claro: para que no haya accidentes, en NYCC están prohibidos los “selfie sticks”. Entre tanto delirio y fantasía, un poco de sensatez.