El nuevo ministro de Cultura de la Nación, Pablo Avelluto, presentó ayer el gabinete que lo acompañará en el organismo, que funcionará con una estructura de secretarías y directorios modificada en su organización interna. En la descontracturada foto final –que incluyó... ¡una selfie!– preparada en las escalinatas del Museo Nacional de Arte Decorativo, cuyos jardines fueron el escenario elegido para el anuncio, pudo verse a los nuevos funcionarios y a algunos que continúan de la gestión anterior junto a los ex secretarios de Cultura Marcos Aguinis, Jorge Asís, Pacho O’Donnell, Beatriz Gutiérrez Walker, Rubén Stella y Teresa Anchorena, ex funcionaria de la Ciudad.

Así, con el fondo verde que parece ser una marca de estilo de los anuncios de la nueva gestión, fue presentado en sociedad, al frente de la flamante Secretaría de Cultura y Creatividad, Enrique Avogadro, quien se desempeñó como subsecretario de Economía Creativa del gobierno porteño, y antes como director del Centro Metropolitano de Diseño. En la Secretaría de Cooperación Cultural actuará el filósofo y teólogo Iván Petrella, director académico de la Fundación Pensar y legislador porteño por el PRO. Y en la última de las secretarías, la de Patrimonio Cultural, se nombró a Américo Castilla, creador y presidente de la fundación TyPA, Teoría y Práctica de las Artes.

El organigrama interno se completa con tres subsecretarías: de Gestión Patrimonial, de Economía Creativa y de Cultura Ciudadana, que tendrá bajo su órbita el funcionamiento de los numerosos organismos estables que dependen del Ministerio de Cultura, un lugar que ocupaba hasta ahora la disuelta Dirección Nacional de Artes. Los nuevos directores ya anunciados del Incaa, Alejandro Cacetta, y del Instituto Nacional del Teatro, el rafaelino Marcelo Allasino, también estuvieron presentes para la foto. Y, entre los funcionarios que alargan su gestión, el historiador Gabriel Di Meglio, quien seguirá dirigiendo el Cabildo, y Liliana Piñeiro, quien fue nombrada directora de Patrimonio y Museos. Quedó fuera de la presentación y de la órbita de Cultura cualquier alusión al Centro Cultural Kirchner, que nació dependiendo de los ministerios de Cultura y de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, y pasó a estar, al igual que Tecnópolis, bajo la órbita del Sistema Nacional de Medios, con Hernán Lombardi a la cabeza.

“El nuevo organigrama está estratégicamente centrado alrededor de tres pilares centrales: la preservación y el fortalecimiento del patrimonio cultural, la descentralización y consecuente federalización de las políticas culturales, y la estimulación de la innovación y creatividad local”, destaca como líneas centrales de gestión el nuevo ministro. Y, en el plan de acción que propone para sus “primeros cien días de gestión”, enumera, entre otros: “Jerarquizar el trabajo de las áreas de Patrimonio Nacional e infraestructura cultural. Fortalecer los mecanismos federales de construcción de proyectos culturales. Fomentar la designación de cargos –en los Museos Nacionales y otras áreas– a través de concursos abiertos y transparentes”.

Otros objetivos planteados con el deadline de cien días son: “Planificar y crear junto a los referentes de la cultura las acciones para potenciar a cada uno de los sectores. Fomentar la expresión cultural fortaleciendo especialmente a los elencos y orquestas estables. Integrar a los sectores sociales más vulnerables, especialmente del área metropolitana y norte argentino, en los espacios de expresión, consumo y producción cultural. Abrir y conectar los espacios culturales para potenciar su programación. Pensar y proyectar nuestra identidad cultural de forma federal, en diálogo con la región y el resto del mundo. Promover la innovación y la creatividad como estímulo para la producción y consumo cultural. Digitalizar y también abrir la información cultural dejándola disponible para la ciudadanía. Empoderar (sic) a los emprendedores culturales, dándoles herramientas y facilidades para que puedan potenciarse y tener cada vez más oportunidades. Fortalecer la diversidad cultural en todas sus formas. Consolidar una red de ciudades creativas a nivel nacional, regional e internacional, estrechando los lazos y proyectando nuestra identidad nacional”.