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Martes, 2 de febrero de 2016

CULTURA › CREAN LA LICENCIATURA EN ARTES DE LA ESCRITURA

Ahora escribir tiene un plan de estudios

Es la primera carrera de grado destinada a la formación de escritores en el campo de la narrativa, la poesía, la dramaturgia, el guión de cine, TV y los formatos mediáticos. Se dictará en la Universidad Nacional de las Artes (UNA), con dirección de Tamara Kamenszain.

 Por Silvina Friera

Materiales lingüísticos en movimiento: “Escribir es hacer estallar la comunicación convencional, cristalizada; es irradiar nuevos sentidos, imaginar otros mundos posibles, ensayar modos de narrar, desplegar experiencias de comunicación virtual, real, imaginarias. Quienes sino los artistas encarnan la puesta en escena de esa batalla por el sentido, por hacer que las palabras signifiquen las cosas más diversas”. Este es uno de los postulados de la presentación en sociedad de la licenciatura en Artes de la Escritura, la primera carrera de grado destinada a la formación de escritores en el campo de la narrativa, la poesía, la dramaturgia, el guión de cine, TV y los formatos mediáticos, creada por la Universidad Nacional de las Artes (UNA). El plan de estudios de esta carrera, que dirige la poeta Tamara Kamenszain, contempla un área de Técnicas de Escritura centrado en la práctica del taller, otra de Semiótica y Análisis Textual, otra de Teorías, Estéticas e Historia y, finalmente, de Industrias Culturales.

“Me parece valiente que el UNA implemente una carrera de grado inédita en relación con la escritura. El asunto de la escritura provoca cierto escozor o parece que fuera algo muy delicado”, advierte Kamenszain a Página/12. “Me gusta que no se llame escritura creativa porque lo creativo es controvertido. El concepto de creatividad está cargado de muchos prejuicios sobre la espontaneidad, además que importa mucho la cantidad de lo que se escriba. Por eso prefiero el concepto del poeta Kenneth Goldsmith de escritura no-creativa porque él trata de neutralizar la creatividad, porque si no se produce una demanda de ser muy creativo y la manera para lograrlo es llenar de consignas a los participantes de un taller para que escriban y escriban. También el no escribir forma parte del escribir”, plantea la poeta que está trabajando en los contenidos y la convocatoria del cuerpo docente junto a Mario Camara, especie de director adjunto de la carrera.

Entre las materias a cursar de esta nueva carrera que tiene una duración de cinco años, habrá cuatro niveles de talleres de Narrativa, dos niveles de talleres de Dramaturgia, tres niveles de talleres de Poesía, un taller de Ensayo, un taller de Retórica, dos niveles de talleres de Narrativa Audiovisual y un taller de Formatos Mediáticos. La carrera también incluye dos niveles de Narrativa Argentina, dos de narrativa Latinoamericana y Tres de Narrativa Universal; dos niveles de Poesía Argentina, Poesía Latinoamericana y dos niveles de Poesía Universal; Dramaturgia Argentina y dos niveles de Dramaturgia Universal, además de Semántica y Pragmática, Morfología y Sintaxis, Semiótica, Teoría y Análisis Literario y Teoría y Análisis Teatral, entre otras. “Me interesa que lo teórico y lo práctico no sean compartimientos estancos, como dos dualismos que hay que verlos por separado. Obviamente por razones curriculares y prácticas se separan, pero también la idea es cómo hacer los puentes entre teoría y práctica. Si la carrera la tengo que pensar como un dibujo, la pondría en el medio entre lo teórico y práctico”, explica Kamenszain y aclara que no compite con las licenciaturas en Letras que se pueden cursar en universidades nacionales como Buenos Aires (UBA), La Plata (UNLP) o Rosario (UNR). “Tengo demasiado respeto por la carrera de Letras como para pretender competir. El graduado de esa carrera está formado para ser investigador o docente, que no es la idea de la licenciatura en Artes de la Escritura.”

Kamenszain pondera la existencia de talleres literarios privados a lo largo y ancho del país. “Yo viví en México unos cuantos años y las diversas carreras universitarias tienen talleres de escritura. Yo daba un taller de escritura, incluso de poesía, en Economía. Ya entonces había una oferta universitaria que acá no había. Acá tenemos una tradición preciosa de talleres que van a seguir y creo que muchos de los graduados de esta carrera que estamos afrontando van a poner sus propios talleres”. La directora de la carrera de Artes de la Escritura dará clases en alguna de las materias de poesía, todavía no decidió en cuál o cuáles, para trabajar la conexión entre teoría práctica, “una practiteoría o una teoriprac”. No sabe si ahora se escribe más que nunca o se visibilizan más las escrituras por la difusión acelerada a través de las nuevas tecnologías. “En mi época todavía ser abogado, ingeniero, médico, era más viable que ser escritor. Ante la caída del aura que tenían ciertas profesiones, me parece que los jóvenes se dan el gusto de elegir carreras más artísticas. Eso se ve mucho en cine; hay una demanda enorme de jóvenes que quieren hacer películas”.

Dudó mucho, al principio, cuando Sandra Torlucci, rectora del UNA, la convocó para dirigir la nueva carrera. “Me generó mucha ambivalencia y pensé: a esta altura de mi vida... Pero supieron convencerme y me fui entusiasmando porque a esta altura de mi vida es la culminación de dar talleres durante cuarenta años. Y de haber querido y fantaseado en algún momento con un proyecto que parecía que iba a funcionar. Hace como veinte años la Escuela de Letras de Madrid quería abrir una sede en Buenos Aires y a una de las personas que convocaron fue a mí. Pero después, como suele pasar, las dificultades económicas no permitieron que se concretara”, dice Kamenszain. La poeta, que este año publicará Una intimidad inofensiva. Los que escriben con lo que hay (Eterna Cadencia), aprovecha el título de su libro para apuntalar una definición posible. “El objetivo de la licenciatura sería que escriban con lo que hay. Que no se hagan la fantasía de que para escribir hay que tener unas inspiraciones exóticas. Es arremangarse y escribir con lo que hay.”

* Informes, desde el 7 de febrero por mail a [email protected]. Preinscripción abierta entre el 15 y el 20 de febrero.

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“Me interesa que lo teórico y lo práctico no sean compartimientos estancos”, plantea Kamenszain.
Imagen: Guadalupe Lombardo
 
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