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El aneurisma del chico punk

(Renzo Podestá / Dead Pop)

Historias en los que un universo sobrenatural se inmiscuye en la vida terrena y se manifiesta en muchachitos que el común de la sociedad considera casos perdidos, hay muchas. Historias de ésas montadas como El aneurisma... ya son más difíciles de encontrar. Podestá no narra con apuros. Se toma cantidad de páginas para desarrollar a sus personajes y plantear la trama. Al punto de que las más de 200 páginas de este libro constituyen sólo su primer volumen. Por eso, y aunque apareció primero en la web, ésta es una novela gráfica en sentido estricto. Eso combinado con solvencia en un dibujo en el que conviven desde los maestros de la tinta nacional hasta los recursos de la historieta japonesa.

Brunella

(Javier J. Rovella / Comic.ar Ediciones)

¿Una tira humorística sobre una niña en situación de indigencia? ¿Es posible hacer eso sin caer en el chiste clasista y los lugares comunes? Rovella, uno de los maestros contemporáneos de la historieta argentina para niños –y no tanto–, lo logra. Desde luego, no busca la carcajada cruel, sino la sonrisa, la compasión y despertar la conciencia del lector. Construye un mundo que está lejos de la ternura naïve, que es impiadoso, que esconde peligros y malvados, pero que también conserva lugar para la belleza y la solidaridad, los buenos gestos y las ganas de criar buenos niños. Brunella apareció primero en la revista devenida editorial Comic.ar y ahora se publica en la española Amaníaco.

Trigun

(Yasuhiro Nightow / Larp)

Una nueva Tierra que arrastra el apocalipsis de la vieja, un pacifista perseguido por su pasado, un mundo que se comporta como el Lejano Oeste, mucho de ciencia ficción a lo steampunk y algún resabio celestial dando vueltas por allí. Todo eso se mezcla en Trigun. El primer tomo, editado aquí con bastantes más páginas de las habituales (más de 300), alcanza para plantear el escenario, pero no para conocer al protagonista. Hasta el momento, faltan motivaciones que permitan preocuparse por él en las múltiples escenas de explosiones y tiros que Vash Stampede es renuente a disparar. Lo único que el lector sabe de él es que alguna vez amó y que tiene conexión con los “plants”, que son la fuente de energía del mundo.

No es serio

(Fabián Zalazar / Llanto de mudo)

Zalazar es una rareza en esta era del humor gráfico. No adscribe a la corriente “sensible”, no es “clásico” y tampoco recorre el grotesco y lo escatológico como otros coetáneos. Su humor es ácido, hasta cínico, pero siempre sincero. Desnuda las miserias sin juzgarlas, sin condenarlas. Sólo las vuelve risibles. En cierto sentido, el humor de Zalazar es necesario. Si nadie lo hiciera, faltaría algo en el mundo. Este volumen reúne tiras y chistes unitarios publicados en distintos medios. Queda afuera su Yo, conmigo, la tira de Historietas Reales, que ya tiene otro volumen recopilatorio propio. Es una buena puerta de entrada al humor zalazariano. Cuidado: nadie dice que tenga salida.