En Venecia, y con el beneplácito de Martin Scorsese, la cineasta argentina Celina Murga presentó ayer su más reciente película, Una semana solos, en el marco de las “Jornadas del Autor” del festival de cine de la ciudad de las góndolas. Desde ya que fue tranquilizador para la argentina presentar su obra con el capitular “Martin Scorsese presenta”, pero es cierto también que se trata de la primera película íntegramente protagonizada por niños en el cine argentino, y que es interesante la forma en que ilumina el lado menos explorado de la vida más allá del cerco en los countries y los barrios privados. Ese gesto fue el que deslumbró a Scorsese, con el que Murga compartió siete semanas durante el rodaje de Shutter Island, la última producción del neoyorquino. Scorsese le dio el visto bueno en Venecia porque “es una cineasta de verdad”, según declaró. “Tiene una mirada, un gran sentido del personaje y el lugar y de cómo interactúan entre ellos”, destacó el italoamericano, para luego explicar que lo que más le maravilló de su colega argentina es que encontrón en ella la posibilidad de “un intercambio”. Así, Murga –mejor directora en el Festival de Tesalónica y mejor película latina en Río de Janeiro por Ana y los otros– entendió al patrocinio de Scorsese como “la oportunidad” de su vida. En Una semana solos Murga narra escenas en un country, el mismo escenario que el mexicano Rodrigo Pla tomó para La zona, un thriller que también se presentó en Venecia. Una semana solos es, por el contrario, una película sobre el libre albedrío de un grupo de niños solos.