Tuve la enorme satisfacción de participar como panelista invitado en el Segundo Congreso Argentina de Cultura, desarrollado en San Miguel de Tucumán. Allí participé de un fecundo diálogo junto al ministro de Educación de la Nación, doctor Juan Carlos Tedesco, y a la ministra de Educación de la provincia de Tucumán, doctora Silvia Rojkes de Temkin, entre otros, con notables coincidencias sobre temas tan complejos como la cultura, la educación y la sociedad del conocimiento, las cuales fueron totales. Una situación similar se dio con la conferencia que dio el secretario de Cultura, José Nun. Paradójicamente y para mi sorpresa y decepción, en el acto de clausura el doctor Nun se pronunció sobre algunas declaraciones mías. Considero que sus juicios resultaron producto de una mala interpretación de mis dichos por su parte: esas declaraciones acusándome de expresar una oposición oportunista y mentirosa no sólo son ofensivas hacia mi persona y hacia el espacio que represento, sino que corren el riesgo de ratificar la falta de una actitud receptiva para el debate plural de las ideas. En efecto, en el peor de los casos, de lo que se trata en esta situación es de un disenso en la valoración de si la composición de las mesas de invitados fue lo suficientemente plural desde el punto de vista político. ¿Por qué convertir en oportunismo y en mentira aquello que tan sólo es una diferencia de apreciación?

Como dije en mi intervención, reitero mi valoración positiva del espacio abierto por estos congresos para el debate cultural tan necesario para los argentinos, por lo que espero que este intercambio de declaraciones públicas con el secretario de Cultura de la Nación no sea más que un efímero malentendido y que rápidamente lo superemos a fin de poder trabajar juntos en pos de celebrar un auténtico debate de ideas.

* Senador nacional por la Coalición Cívica, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.