La salud de Madonna se ha deteriorado, al parecer, como consecuencia de las presiones y problemas por su divorcio con el cineasta británico Guy Ritchie. Según informó ayer el tabloide inglés The Sun, la cantante estadounidense fue fotografiada en Los Angeles tosiendo constantemente, con menos peso y muy pálida. “Madonna está mostrando las señales físicas del divorcio, está flaca, cansada y colapsó tosiendo”, escribió el periódico sensacionalista londinense. Según el Sun, la estrella del pop “trató de esconder su fragilidad detrás de anteojos negros y una gorra de béisbol” al salir de una reunión de la secta judía de la Cábala en Beverly Hills. La cantante planea divorciarse de Ritchie tras casi ocho años de matrimonio, en un juicio que deberá decidir la división de bienes, como también la tenencia de los tres hijos de ambos. El diario, con evidente malicia, apuntó que mientras Madonna aparece tan frágil, Ritchie “no podría estar mejor” y ha sido fotografiado saliendo de juerga con sus amigos a un pub londinense o riendo en restaurantes de la ciudad. Además, el director estaría “muy feliz” de haber terminado con las estricta dieta macrobiótica impuesta por su ex esposa.