Benicio del Toro recogió ayer el Premio Goya el mejor actor por Che, el argentino, de Steven Soderbergh, mientras que Penélope Cruz recibió la distinción a la mejor actriz secundaria por Vicky Cristina Barcelona. Es el tercer Goya en la carrera de la madrileña, de 34 años, que ya consiguió la estatuilla en 1999 por La niña de tus ojos y en 2007 por Volver. La polémica película Camino, que aborda la agonía y muerte de un niño del Opus Dei, resultó la triunfadora de la XXIII edición de los premios Goya del cine español, al conseguir seis galardones. El film dirigido por Javier Fesser aspiraba a siete premios y se llevó los Goya a mejor película, director, guión original, actriz principal (Carme Elías), actor secundario (Jordi Dauder) y actriz revelación (Nerea Camacho). Como mejor película hispanoamericana fue elegida la chilena La buena vida, de Andrés Wood. Las grandes derrotadas fueron Los girasoles ciegos, de José Luis Cuerda y Sólo quiero caminar, de Agustín Díaz Yanes.