Desde Villa Gesell

Debe ser el proyecto de ley más debatido de la historia de la legislación argentina. Y si se tiene en cuenta que una ley de la democracia pretende reemplazar a otra sancionada por la dictadura, el dato cobra un carácter simbólico muy potente: es a través de los consensos con los distintos sectores que se está discutiendo el proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, impulsado por el gobierno nacional, cuyo objetivo es crear un marco legal para los medios de comunicación. Para hablar sobre este proyecto se organizó una mesa-debate integrada por la presidenta del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, Liliana Mazure; el presidente del Sistema Nacional de Medios Públicos, Tristán Bauer; el secretario general de Suteba, Roberto Baradel; Néstor Piccone, en representación de la Secretaría de Medios; el director del Proyecto Bicentenario del Incaa, Rodolfo Hermida; y el actor Raúl Rizzo. El debate se realizó en la Casa de la Cultura de Villa Gesell, como parte de las actividades paralelas de las Jornadas Argentinas de Cine y Video Independiente, más conocidas como Festival Uncipar.

Hermida se encargó de coordinar la mesa-debate, que comenzó con la exposición de Piccone, quien señaló que “el problema que nos establecen medios de comunicación concentrados y monopólicos. Que cuatro grandes dueños manejen el 83 por ciento de los contenidos de los que hablamos, discutimos y vemos los argentinos, hace que el federalismo no se vea, que la pluralidad de voces no se vea, que no se pueda entender qué pasa con situaciones como la del dengue, por ejemplo, que aparece de la noche a la mañana y ahora parece que la culpa la tiene el Gobierno. O si hay humo, o si hay sequía. Si los medios siguen concentrados en pocas manos nunca vamos a poder profundizar sobre cuáles son los problemas que hay detrás del dengue, de la siembra de soja, de los paros salvajes destituyentes y golpistas”, sostuvo Piccone.

Mazure se refirió al aspecto de la ley que involucra al cine argentino: “Es muy importante, porque el sector de la cinematografía se encuentra en un momento clave. Que esta ley exista, que la Presidenta haya decidido llevarla adelante, significa para nosotros una necesidad de vida o muerte porque nos encontramos en un momento de cambios tecnológicos, en donde necesitamos esta ley para seguir sobreviviendo”. Luego de hablar del escenario que presenta la Argentina en el terreno cinematográfico, la presidenta del Incaa recordó que esta ley va a permitir, entre otros aspectos, que “los canales deban exhibir seis películas anuales, de las cuales deberán comprar sus derechos de antena anticipadamente. O sea, es una manera de participar en la producción”. Otro aspecto que recalcó Mazure fue la posibilidad de producción que se abre “para exportar contenidos. Nosotros estamos con una capacidad enorme de hacerlo. Tenemos contenidos para nuestros mercados y para los internacionales. La ley también es necesaria porque debemos encontrar la forma de reglamentar y controlar las exhibiciones que se están llevando a cabo con las nuevas tecnologías”. Mazure entiende que “es fundamental” que se difundan los beneficios de la futura ley porque si no “vamos a seguir como viene sucediendo, en donde la formación de la opinión pública está en manos de unos pocos que defienden sólo sus intereses y no intentan comunicar ni construir identidad a través de los medios de comunicación”.

“En aquellos años, cuando estábamos en dictadura, los poderosos, que no han cambiado sus rostros ni sus actitudes, utilizaban a los ejércitos en América latina para imponer con la violencia, con la desaparición, con la muerte, sus ‘ideales’ y sus negociados fundamentalmente”, recordó Bauer. “Y también es clarísimo –continuó– cómo esos mismos poderosos que utilizaban a los ejércitos como fuerzas de ocupación para imponer sus ideas, hoy la herramienta que usan son los medios de comunicación.” Luego de un aplauso cerrado, Bauer ejemplificó con los golpes que se intentaron dar al gobierno constitucional de Hugo Chávez y lo sucedido en Bolivia con las agresiones a Evo Morales. “Son los medios audiovisuales, la televisión, fundamentalmente, la herramienta que usan estos poderes para intentar golpear y vulnerar cualquier avance de la democracia, de los pueblos que van luchando, a veces más tímidamente, y otras con más fuerza, por su libertad. Y esa concentración que hablaba Piccone del 83 por ciento del espacio mediático audiovisual en manos de cuatro, creo que es una clara radiografía.”

Baradel expresó que “derogar una ley de la dictadura militar que ha sido sostén del genocidio en nuestro país, y no sólo del asesinato y de la tortura sino también de la planificación de la pobreza y de un país con muchos excluidos, creo que como sociedad es un tema que tenemos que darle el valor que tiene”. Después de hacer hincapié en los años de lucha de los trabajadores, Baradel dijo que “no hay distribución democrática del conocimiento si no se democratizan los medios de comunicación. Y no hay distribución democrática del conocimiento y no hay democratización de los medios de comunicación si no hay distribución de la riqueza”.

Luego de mencionar cómo los medios fueron cómplices de la dictadura en el tratamiento de las noticias sobre el incendio de Teatro Abierto, Rizzo dijo que “hay que generar la contracultura de los medios de comunicación, hay que empezar a tener otra propuesta estética, cultural. Los pueblos originarios tendrán la posibilidad, si esta ley finalmente se plasma, de defender con mejores herramientas su propia cultura”.