Sáb 28.11.2009
espectaculos

LA FERIA DE ESCRITORES Y EDITORES, EN LA EXPLANADA DE LA BIBLIOTECA

Otra manera de hacer circular letras

Con el irónico subtítulo de Hacia Frankfurt 2010, más de cuarenta editoriales independientes convocan a un encuentro. En él expondrán autores que por fuera del circuito comercial buscarán el debate sobre formas alternativas de difusión.

› Por Silvina Friera

Un gramático entusiasmado con la acción política de la “generación post 2001” intenta trazar un panorama del mundo editorial a partir de un registro personalísimo y minucioso de palabras claves. Atento en escarbar más allá de la superficie y las apariencias, y con ánimo de sondear los procesos subterráneos emergentes, pronto comprenderá que no puede soslayar un puñado de verbos capitales: experimentar, asociarse, producir, investigar, distribuir y socializar. El inquieto gramático en cuestión recibe una información que le viene como anillo al dedo de su obsesión, una Feria de Escritores y Editores, curiosamente subtitulada Hacia Frankfurt 2010, que se realiza al aire libre, hoy a partir de las 14, en la explanada de la Biblioteca Nacional. El hombre, que cuando puede escribe ficción, se frota las manos. Durante la jornada habrá una exposición y venta de libros producidos por más de cuarenta editoriales independientes, debates sobre la actualidad del libro, un ciclo de cine y, para el cierre, se presentarán diversos grupos de música. Tiene garantizado un sábado diferente. Este encuentro, que busca promover la lectura y la nueva producción literaria, no se suspende por lluvia.

En los últimos años aparecieron y se consolidaron nuevas editoriales independientes dedicadas a publicar a escritores y obras aún no consagrados. El gramático deletrea con fruición los nombres de los sellos que participarán en esta feria: Editorial de la Biblioteca Nacional, Ediciones La Cebra, )El Asunto(, En el Aura del Sauce, Entropía, Cactus, Terramar, Gog y Magog, Mansalva, El 8º loco, Milena Caserola, Vox, Colección Chapita, Tinta Limón, Caja Negra, Funesiana, Casi Incendio La Casa, Belleza y Felicidad, Malón, El Andariego, Gorla, Las Cuarenta, Colectivo Cósmico, Cooperativa de Trabajo La Vaca y Nulú Bonsái, entre otras. “La concentración del mercado editorial hacia fines de los ’90 impuso criterios mercantiles, bestsellerización, obsolescencia y novedad; libros en espacios hostiles y la librería shopping generan como reacción el surgimiento de pequeñas editoriales independientes que se posicionan desde la idea de bibliodiversidad de contenidos, de autores y de estrategias de mercado”, explica Marilina Winik, de )El Asunto(.

“El abaratamiento de la tecnología permite que proliferen imprentas caseras que hacen libros en láser o tonner; además, el offset digital posibilita hacer pocos ejemplares de muy buena calidad a un costo muy bajo, que facilita a los editores y autores realizar tiradas breves y siempre tener stock”, agrega. Winik subraya que se establecieron nuevos formatos de organización y de acción política cultural devenidas de la “generación post 2001”. “Los grupos culturales recrean otras maneras de trabajar y ponen en juego subjetividades no mercantilistas, afectivas y resistentes, concretadas en proyectos editoriales.” Matías Reck, de Milena Caserola, dice que muchas de estas editoriales persiguen el pensamiento crítico, que se ha olvidado o resignado en la literatura argentina. “Rescatamos autores nacionales o no, que vuelven a generar ‘movimiento’, a veces en tono revisionista, otras desde una mirada estética; pero son proyectos colectivos que buscan asociarse desde las experiencias vividas, producir, investigar, distribuir y socializar textos”, enumera el editor.

Esta feria en la Biblioteca Nacional no surgió de la nada, afirman al unísono Winik y Reck; es producto de una construcción previa que se viene gestando con la Feria del Libro Independiente y Autogestiva (FLIA). “Somos un colectivo de colectivos en donde participan editoriales, autores, artistas en general; un espacio plural que organiza tres ferias por año con 300 stands y 7 mil visitantes. A partir de esto se fue armando una red de ferias itinerantes por el país y por la ciudad. En el último mes hubo feria de editoriales independientes en Chaco, Misiones y Neuquén”, precisa Winik. “Las ferias posibilitan una distribución de libros diferente, más afectiva, menos oportunista; no son sólo objetos a consumir, son otra cosa, y quizás eso se explica por la manera en que se producen. Muchas editoriales no distribuyen sus libros en circuitos comerciales convencionales por varios motivos: cantidad de libros disponibles para dejar en consignación, negativa de librerías a recibir material sin ISBN o de autores desconocidos. La feria es una posibilidad de mostrar material.”

“Las editoriales independientes se destacaron durante los últimos años por incidir de modo creativo y diverso en un universo donde las estructuras más rígidas y de mayor envergadura se encontraron con menor libertad y capacidad de acción y reacción”, plantea Ezequiel Grimson, director de Cultura de la Biblioteca. “Desde pequeños catálogos exquisitos hasta la publicación de autores y obras no consagradas o subterráneas teorías y prácticas de movimientos sociales, la edición independiente en Argentina viene realizando un aporte de gran significación para la cultura en general y para la cultura del libro en particular”, pondera. “Estas editoriales enfrentan hoy el dilema sobre cómo mantener autonomía sin pasar a formar parte del sistema, que a través de su práctica misma critican, y sin quedar, por el contrario, completamente excluidas de él. En ese filo, el desarrollo de encuentros y ferias permite el intercambio de experiencias y conocimientos, la difusión de la lectura y de la producción editorial y la promoción del debate de ideas y proyectos.”

Grimson advierte que organizar esta Feria “es un acto que consideramos necesario, porque creemos que una Biblioteca Nacional no puede dejar de reconocer y cobijar el trabajo creativo e innovador en el campo de la escritura y la producción editorial de tantos poetas, narradores, editores, productores, intelectuales y artistas, muchos de ellos vinculados con movimientos sociales más amplios”. Grimson interpreta en el subtítulo de este encuentro, Hacia Frankfurt 2010, un dejo de ironía al viejo estilo de las vanguardias. “Sobre el cartel luminoso de la feria se anuncia que no sólo existe aquello que se ofrece en el gran mercado. Por supuesto que resulta de interés que algunos puedan participar de la Feria del Libro de Frankfurt 2010, aunque comprendemos que el espacio de Frankfurt puede resultar ajeno o incluso antagónico al espíritu de algunas de las editoriales.”

Las voces cantantes de este colectivo de editoriales, Winik y Reck, cuentan que cada editorial plantea estrategias concretas para sostenerse en el tiempo. “Si hay un proyecto sólido, podés sustentar todas tus decisiones editoriales compartiendo con otras editoriales recorridos, coediciones, estrategias”, señala la editora de )El Asunto(. “Cuando viene un autor planteando una idea de libro, nosotros hacemos un trabajo en conjunto con él. Le hablamos sobre sus derechos como autor, le aconsejamos cuántos libros debe tirar, le contamos sobre los circuitos de distribución existentes y lo incorporamos dentro de nuestra dinámica”, repasa Winik. “Los autores en ese sentido son como los músicos, para vender sus libros tienen que performatizar y escenificar cada vez más. ¿Por qué hay tantos y tantos ciclos de poesía en la ciudad? La lógica del mercado exige un rol más activo de parte de ellos también. Si editan en las editoriales independientes, le va a ser mucho más sencillo que sea el autor quien venda sus propios libros que a la distribuidora o al editor.”

Reck recuerda que en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires las editoriales pequeñas tienen que juntarse para pagar el stand. “La Cámara del Libro colabora, pero ya no saben qué hacer para parar este exceso de mercantilización de la cultura. De a poco las editoriales y autores se van dando cuenta de que no se puede pagar por todo, que hay que generar espacios libres, gratuitos, para compartir; hacer trueque de libros, en función de nosotros y no de las máscaras que se ponen los empresarios a la hora de hacer sus empresas culturales”, critica el editor de Milena Caserola. Frankfurt 2010 es la excusa para hablar sobre lo que representa la cultura en la actualidad. “Justamente cuando Argentina será invitado de honor, creemos necesario entrar en diálogo, sobre todo con nuestros pares, y plantear que queremos seguir reivindicando la experimentación editorial, la desprofesionalización del autor y del editor, la política del copyleft en la edición, y como dice Dafne Mociulsky, una escritora amiga, ‘que se lea a los vivos’”, desafía Winik. “Me parece que a esta altura, a los empresarios de Frankfurt les tiene que preocupar más venir a la FLIA de Buenos Aires, que a nosotros ir allí”, provoca Reck. “La Cultura en Movimiento, como dice la consigna oficial, en realidad está en las calles, en las plazas, en los espacios públicos y púbicos; en los trenes, subtes, con la gente apretada; en los bondis, en los músicos callejeros, en el teatro y la literatura que se escribe a la vuelta del trabajo.”

* Para ver la programación ingresar a www.elasunto.com.

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