Cannes fue también el escenario de la presentación de Wall Street: el dinero nunca duerme, de Oliver Stone, continuación del film de 1987 sobre el epicentro de las finanzas mundiales. En una conferencia de prensa en la que estuvo secundado por Michael Douglas, Shia LaBeouf y Josh Brolin, Stone recordó que “muchísima gente experimentada no sabía qué estaba ocurriendo ni cómo se había producido la crisis de Wall Street. Como siempre, todo se debía a la especulación y a la ambición de algunos pocos”. La nueva película se inspira en el crac de 2008. “Existe un gran riesgo moral en los negocios bursátiles”, afirmó el cineasta, y añadió que “sería muy bueno que hubiera una utilización productiva del dinero de Wall Street en función del cuidado de la ecología”.