Más cuadritos del Bicentenario

La exposición en el Palais de Glace comentada ayer en estas páginas no es la única atención comiquera al Bicentenario Nacional. En tren de eventos patrióticos, se puede agregar a la agenda la muestra colectiva de humor gráfico O juremos con gloria reír, en la que participan junto a otras figuras Daniel Paz, Jorh, Pati (todos créditos de Sátira/12), en la sede Palermo de la Alianza Francesa (Billinghurst 1926, Capital Federal). Se podrá visitar hasta el sábado 29 de mayo. En tanto, distintos proyectos editoriales independientes también abordaron el tema. Las Juanas Editoras presentarán La Patria también es mujer el próximo jueves 27 de mayo en Defensa 714, Capital Federal. El tomo de más de 150 páginas reúne trabajos de decenas de historietistas argentinos y latinoamericanos, entre quienes se destacan El Tomi, María Alcobre, Chelo Candia, César Carrizo y Cristian Mallea, además de contar con artículos de la periodista Sandra Russo y de la diputada nacional Cecilia Merchán, acerca de mujeres centrales en la historia argentina. El Museo del Dibujo y la Ilustración, en tanto, ya presentó su libro Bicentenario: 200 años de humor gráfico. Primera centuria.

El San Martín de Oesterheld

La declaración de una testigo durante una causa a ocho represores del centro clandestino de detención El Vesubio (del Servicio Penitenciario Federal, ubicado en Camino de Cintura y Autopista Ricchieri) arrojó un dato inédito sobre la vida del escritor y guionista Héctor Germán Oesterheld: el entonces coronel Pedro Durán Sáenz, jefe de inteligencia de El Vesubio, le ordenó al autor de El Eternauta –secuestrado y desaparecido por la última dictadura militar en abril de 1977– realizar una tira sobre la vida de José de San Martín. Ana María Di Salvo, compañera de detención de Oesterheld, reconoció a sus captores durante el juicio y contó que el guionista “estaba muy golpeado, sobre todo en la cabeza”. Según detalló Di Salvo el miércoles en la audiencia, el escritor era forzado a trabajar en la vida de San Martín en el comedor de la jefatura, donde permanecía habitualmente Durán Sáenz, uno de los ocho imputados por “156 delitos de lesa humanidad” contra 75 víctimas. En el mismo lugar también estuvieron detenidos, entre otros, el escritor Haroldo Conti y el cineasta Raymundo Gleyzer.