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Lunes, 30 de agosto de 2010

FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE PARA LA INFANCIA Y LA JUVENTUD

Una alternativa a los tanques de siempre

Organizada por la Asociación Civil Nueva Mirada, la muestra se desarrollará desde el próximo jueves en distintas sedes porteñas. Se exhibirán 150 películas de países tan disímiles como Filipinas, Malasia, Sri Lanka y Finlandia, entre otros.

 Por Oscar Ranzani

Si se tiene en cuenta que el 90 por ciento de la programación cinematográfica destinada a los niños que llega a la Argentina proviene de Estados Unidos –que, a su vez, es la más taquillera–, la necesidad de ofrecer otro tipo de material audiovisual que contemple la diversidad cultural, se transforma casi en una urgencia. A este trabajo está abocada la Asociación Civil Nueva Mirada que organiza anualmente el Festival Internacional de Cine para la Infancia y la Juventud, con pocos recursos pero con mucho criterio. Y este año, desde el próximo jueves hasta el miércoles 8 de septiembre, se desarrollará la novena edición de esta muestra en distintas sedes de la ciudad como el Cine Gaumont Espacio Incaa Km 0, Teatro IFT y la Casa Nacional del Bicentenario, entre otros espacios. “Creemos que el derecho a la identidad también tiene que ver con el derecho a la diversidad cultural, y a los niños se les niegan estos derechos”, reflexiona Susana Velleggia, directora del festival, a la hora de fundamentar la importancia de esta alternativa. “Otro objetivo es la formación en recepción crítica de medios, sobre todo la capacidad de apreciación audiovisual”, expresa Velleggia.

A lo largo del festival se exhibirán 150 películas (entre largos y cortos de ficción y animaciones) de países tan disímiles como Filipinas, Malasia, Sri Lanka, Eslovaquia, Irán, Finlandia, Suecia, Noruega, Dinamarca, Rusia, República Checa, Francia, Bolivia, Brasil, Canadá, Croacia, Alemania, España, México y Rusia, entre otros. La programación está distribuida en distintas secciones y segmentada por edades (de 4 a 8 años, de 9 a 12, de 13 a 15, y de 16 en adelante). En la Competencia Oficial hay tres secciones: Panorámica (largos y cortos de ficción), Dulces Sueños (largos y cortos de animación) y Nueva Mirada (cortos producidos por escuelas o talleres de cine y video realizados por niños y jóvenes entre 8 y 18 años). La programación incluye otra muestra competitiva de programas de televisión de Iberoamérica para niños “MI TV”: aquí se presentarán dos capítulos de cada una de las series seleccionadas. Y entre las secciones no competitivas se destacan Mirada Federal (cortos y largos que expresan la diversidad cultural de las provincias argentinas), Mundo Animado (cortos y largos que muestran un panorama de las distintas técnicas de animación), Mirada Latinoamericana (films que dan cuenta del enfoque de los países de la región sobre la infancia y la juventud) y Los niños tienen derechos (sobre derechos humanos de los chicos y adolescentes).

“Procuramos que cada película plantee conflictos de valores –detalla Velleggia–. Y los chicos son muy sensibles a estos conflictos, particularmente cuando hay involucradas cuestiones como discriminación, violencia simbólica, maltrato, exclusión social o soledad.” La directora del festival asegura que las temáticas cambian de acuerdo a los países y a las regiones. “Por ejemplo, en el cine que tenemos de Holanda, Suecia y Dinamarca, en general los problemas de los niños que aparecen en sus películas son la soledad y la falta de comunicación con el mundo adulto, mientras que en el cine de los países del Tercer Mundo, abundan problemas vinculados con la pobreza”, explica Velleggia. Y sostiene que los chicos “son muy sensibles a estos problemas y reaccionan muy bien ante las películas”.

El lema de este año es “Infancia en paz en el Bicentenario”. Velleggia admite que lo eligieron porque se encontraron con varias películas que abordan la problemática de la violencia hacia los niños. Por ejemplo, podrá verse el largometraje georgiano Al otro lado de la frontera. “Trata sobre un niño que va en busca de su padre y recorre las ciudades devastadas por la guerra. No se ve la guerra pero sí sus efectos en las familias y en los niños. Paradójicamente, el protagonista es un niño sumamente dulce que no tiene nada que ver con la violencia y que en esta situación trata de defenderse como puede de un medio violento”, relata la directora de la muestra, quien asegura que el film no muestra la violencia directa sino el efecto de la guerra en los niños que “va más allá del bombardeo, la muerte física, y que tiene que ver con los efectos más atroces: en la forma de vida de la gente, en la cultura, en los prejuicios, en la discriminación, en el maltrato, etcétera”.

Otro film destacado es La historia de la cabra: antiguas leyendas de Praga (para chicos de seis años en adelante), dirigida por el checo Jan Tománek, que plantea una historia de amistad entre un joven aldeano y su cabra que se pone celosa cuando el muchachito se enamora de una adolescente. Sin perder el humor, el film también combina la historia de los personajes con leyendas medievales de la hermosa ciudad del este europeo. El hijo del cazador de águilas (para niños de nueve años en adelante), del alemán René Bo Hansen, aborda la historia de un chico que sigue los pasos de su padre como cazador de águilas. El núcleo de la trama se desarrolla a partir de que el padre lo lleva al Festival de Aguilas. Y cuando el ave premiada escapa, el niño decide seguir al animal. De esta manera, vivirá hermosas aventuras atravesando ríos y montañas nevadas.

Otra perla del festival es la producción finlandesa Trueno (para chicos de seis años en adelante), de Kaisa Rastimo: un ciudadano finlandés visita el Muro de Berlín y rescata un perro abandonado y decide llevarlo como mascota para sus hijas. Al animalito lo llaman Trueno, y con el correr de los días, descubren que sus ancestros habían servido como perros guardianes en el Muro de Berlín. Proveniente de Francia, el film Kérity, la mansión de los cuentos (para chicos de cuatro años o más) dirigido por Dominique Monféry, plantea la historia de Natanael, un niño de siete años que hereda de su tía una colección de libros. Natanael no sabe leer y, entonces, hace que los libros sirvan como refugio de sus héroes. Pero cuando sus padres deciden venderlos, el niño se dará cuenta de que se quedará sin “pequeños amigos”.

Se ha planificado una gran cantidad de actividades paralelas. Una de ellas está destinada a chicos y jóvenes entre 12 y 16 años: se trata de un taller de videos de un minuto que se realizarán con teléfonos celulares. Llegará el holandés Jan-Willem Bult, director y productor de cine y televisión, a dictar el taller “Realización Audiovisual Preschool”. Durante el desarrollo de este evento, se formarán seis equipos de trabajo compuesto por niños de hasta seis años. Cada equipo realizará un programa de televisión de dos minutos y medio. Los cortos realizados se presentarán en el cierre del festival y se difundirán en la televisión de Holanda. La francesa Anik Le Ray, guionista de cine y televisión, brindará el taller “Guión para cine y programas de TV de animación”. Jan Tománek, director de cine de animación de la República Checa, brindará una clase magistral sobre técnicas de animación. Y en el marco del festival, se realizará el seminario internacional “La mirada crítica. La TV digital: contenidos y públicos”, con la participación de destacados especialistas.

* La programación completa, sedes y horarios puede consultarse en festivalnuevamirada.blogspot.com

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El hijo del cazador de águilas, del alemán René Bo Hansen, es para niños de nueve años en adelante.
 
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