El Festival 4 + 1, que inauguró ayer su primera edición en el Malba con la proyección (únicamente para invitados ) de Uncle Boonmee Who Can Recall His Past Lives, de Apichatpong Weerasethakul, es un emprendimiento de la Fundación Mapfre, de España, y le debe su título a su modalidad: cuatro grandes ciudades latinoamericanas (Buenos Aires, Bogotá, México DF y San Pablo) y una europea (Madrid) se convierten en sedes simultáneas durante cuatro días, que culminan este domingo 14. En esta primera cita, la programación está integrada por 12 películas dentro de la sección en concurso, con un premio del público valuado en la friolera de 20.000 euros. Aparte, en esta edición se suman los tres films de Apichatpong, el invitado de honor. Con un gran despliegue de recursos, que incluye la invitación a Buenos Aires de un nutrido grupo de periodistas y críticos de todas las ciudades involucradas, el Festival 4 + 1 se presenta, en palabras del director del Instituto de Cultura de la Fundación Mapfre, Pablo Jiménez, como “un festival de festivales, que irá creciendo año a año”. Según Jiménez, el proyecto pretende “recuperar canales de difusión para el cine de autor, que ha perdido visibilidad”. Sin embargo, muchos de los títulos que incluye esta primera edición del Festival 4 + 1 ya han tenido estreno en Buenos Aires, como El padre de mis hijos, de la francesa Mia Hansen-Love; Las playas de Agnès, de Agnès Varda; Los senderos de la vida (Treeless Mountain), de la directora coreana So-Yong Kim; Independencia, del filipino Raya Martin, y Castro, del local Alejo Moguillansky. Otros títulos, es verdad, han tenido circulación únicamente en el Bafici, en el Festival de Mar del Plata y en el DocBsAs, como es el caso de las francesas Le Roi de L’Evasión, de Alain Guiraudie, e Irène, de Alain Cavalier. Programación completa en www.festival4mas1.com