La apropiación de niños durante la última dictadura contada a partir de la historia de una asistente social a la que un nefasto personaje convence de firmar certificados de nacimiento es el eje de Las noches siempre terminan, pieza teatral de Jorge Paladino (médico y músico), autor de El cielo por asalto (1985), referida a la ocupación obrera de la fábrica Ford, en General Pacheco, y, entre otros títulos, Teresa se alza con piedras (ópera popular con poemas, canciones y danzas que relata las puebladas de Cutral-Có y Plaza Huincul); Hora de visitas (en alusión a las marchas de los miércoles al Congreso que organizaban los jubilados) y El muro (rebelión en cinco actos), inspirada en la recuperación del Ingenio La Esperanza, de Jujuy. Las noches..., basada en Los gritos que nadie oye, de Humberto Rivas, se presenta este domingo a las 20 en Liberarte, Corrientes 1555. La trayectoria de esta pieza, interpretada por el elenco Teatro de las Ollas, se inició en 2001, en un encuentro regional realizado en San Fernando. En opinión de Paladino, “éste es un buen momento para recordar qué astuto y cruel puede ser nuestro enemigo y qué débil y corrupta es la democracia que le arrancamos”. Fragmentos de las suites para cello de Juan Sebastián Bach acompañan este sobrio y cuidado montaje en el que actúan Marina Martín El Halabi (también escenógrafa), David Durán, Juan Fernández, Natalia Anso, Francisco Morales y Mariano More.