Para los fans de Amy Winehouse, cualquier recuerdo es válido. Es que los más audaces robaron las placas de la plaza donde vivía la cantante para conservarlas como recuerdo. Después de la muerte de la artista –el 23 de julio–, el área de Camden Square donde residía Winehouse en una gran mansión se convirtió en el lugar que sus admiradores frecuentan para dejar todo tipo de tributos. Apenas una semana después de su muerte, las cuatro placas de la manzana donde vivía habían desaparecido, y ahora el ayuntamiento del barrio londinense de Camden reclama a quienes las tengan que las devuelvan lo antes posible.