Los doce miembros del jurado del juicio por la muerte de Michael Jackson declararon ayer culpable de homicidio involuntario al médico personal del músico, Conrad Murray. El juicio por la muerte de Jackson empezó el 27 de septiembre, más de dos años después del deceso del artista, que se produjo en junio de 2009 a causa de una intoxicación aguda de sedantes, principalmente por el efecto de un anestésico de uso hospitalario llamado propofol.

La Fiscalía culpó a Murray de administrar a Jackson la dosis letal de ese medicamento y cometer una serie de negligencias graves que constituyen un delito criminal. Por su parte, la defensa insistió en que fue Michael Jackson, al que describieron como “un adicto al propofol”, quien en un descuido de su médico se inyectó el fármaco que le causó la muerte.

El tribunal determinó que el profesional fue culpable y podría ser condenado a cuatro años de cárcel. Mientras tanto, Murray permanecerá en prisión preventiva sin posibilidad de salir bajo fianza, hasta la sentencia que se leerá el 29 de noviembre, según lo dictaminó el juez Michael Pastor.