Con 74 años, y una larga y prolífica carrera en cine y teatro, la reconocida actriz Elsa Berenguer falleció el domingo en su domicilio, “víctima de una descompensación coronaria”, según informó una allegada de la actriz a la prensa. Sus restos fueron inhumados ayer por la mañana en el Panteón de la Asociación Argentina de Actores en el Cementerio de la Chacarita.

Hacía más de cuatro años que la actriz sufría de problemas de salud que la mantuvieron alejada de los escenarios. El realizador teatral Robert Sturúa la había llamado el año pasado para participar de una adaptación de la obra El mercader de Venecia, de William Shakespeare, pero, debido a la fragilidad de su salud, debió desertar de la puesta. Aun así, todavía es recordada especialmente por su carrera dentro del staff artístico del Teatro San Martín, y por pertenecer a una generación de intérpretes que se formó en la mejor etapa del teatro independiente. En teatro obtuvo el premio Molière en 1974 por su labor en Sabor a miel, y la Estrella de Mar, en Mar del Plata en 1981 por la comedia Juguemos al rummy. Más tarde, también se convirtió en maestra de arte dramático. Con la obra del recordado Oscar Ferrigno, El tema eran las rosas, estuvo casi dos años trabajando en España, su madre patria. “Yo soy española por todos los costados y estar en España fue haber cumplido el sueño que siempre tuve desde niña”, dijo a los medios en aquel momento.

Su labor fue extensa también en cine: participó de las películas Cama adentro (2004), la multipremiada Nueve reinas (2000), Notas de tango (2000), El visitante (1999), En busca del brillante perdido (1986), Hay unos tipos abajo (1985), Luna caliente (1985), Los insomnes (1984), La fiesta de todos (1978), Crecer de golpe (1976) y La cosecha (1966). Su última participación fue en el film Las mantenidas sin sueños (2005). La televisión también contó con su experiencia en ciclos como Alta comedia, en los ’70, y la telenovela El coraje de querer, protagonizada por Antonio Grimau y Cristina Alberó en los ’80.