El documental Esta es mi tierra... Hebrón (foto), dirigido por Giulia Amati y Stephen Natanson, fue el ganador de la Competencia de Largometrajes del 14º Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos que culminó el martes por la noche en un acto celebrado en el Teatro del Globo. Allí, previamente a la entrega de los premios, se realizó un homenaje al recientemente fallecido Eduardo Luis Duhalde. Y al final, se presentó el espectáculo Huellas que abrazan, basado en la experiencia de la abuela Chicha Mariani y su inagotable lucha por encontrar a su nieta. También estuvieron presentes las autoridades del Instituto Multimedia DerHumALC, organizador de la muestra cinematográfica que este año convocó aproximadamente a 10 mil espectadores.

“Estoy orgullosa de haber ganado este premio porque me da la oportunidad de poder contar historias que muchas veces están silenciadas”, comentó la cineasta italiana Amati, que recibió 15 mil pesos como reconocimiento del festival. Hebrón es una ciudad donde reina la intolerancia. Y el documental aborda cómo se vive allí cotidianamente el conflicto árabe-israelí. Amati señala que la particularidad de Hebrón “es que los israelíes viven en el centro histórico de la ciudad, estando muy cercanos unos de otros. Hablamos de 500 pobladores israelíes en una ciudad de 150 mil palestinos, además de 2000 soldados israelíes. Esa mezcla crea una situación terrible”, detalla la documentalista, quien destaca que Esta es mi tierra... “habla de cómo los seres humanos tenemos la necesidad de construir un enemigo y también habla de los límites de la tolerancia”. ¿Hasta qué punto el ser humano puede soportar vivir en esas condiciones? “El documental se formula esa pregunta y la respuesta la van dando las personas que testimonian en él”, agrega Amati. Esta es mi tierra... también obtuvo el Premio Signis en el festival.

La flamante Competencia de Documentales Nacionales presentó cuatro largos. El ganador fue Lunas cautivas, de Marcia Paradiso. La documentalista narra un puñado de historias de un grupo de mujeres encarceladas que participan de un taller de poesía. Paradiso obtuvo como premio 10 mil pesos. El jurado de la Competencia de Documentales Nacionales fundamentó su decisión señalando que “la directora logra, por medio de una mirada íntima, poética, comprometida, traspasar las fronteras espaciales, y nos conecta con el mundo creativo y sensible de un grupo de mujeres apartadas de la sociedad, y lo hace con respeto, revalorizando su humanidad”. La directora del festival, Florencia Santucho, señaló a Página/12: “Estamos muy contentos de esta decimocuarta edición porque nos dimos cuenta de que se pudo colocar el Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos en un nuevo espacio que genera encuentro y reflexión”.