La policía clausuró el viernes pasado el Teatro del Artefacto (Sarandí 760), durante la función de fin de año de los alumnos de Raúl Serrano, uno de los referentes del espacio. El cierre de telón forzado se produjo durante la madrugada cuando, haciendo abuso de autoridad, los oficiales irrumpieron en el teatro, dos de ellos sin identificación, con la excusa de que se movilizaban por una denuncia de ruidos molestos realizada por una vecina del barrio. A cargo del cabo 1º Roque Chanquía, el operativo, que se desarrolló sin orden judicial escrita, dejó inhabilitada la sala y, como contrapartida, sin casa a un alumno que vivía en el lugar: “Clausuraron el teatro, nos quitaron la alegría. No les importó nada, nunca quisieron solucionar el supuesto conflicto, que no era tal, de ruidos molestos”, sostuvo el equipo del teatro a través de un comunicado. Ahora, profesores, actores y alumnos del Artefacto denuncian que “la policía armó una causa con dos testigos que nunca existieron”, y en respuesta a esta chicana, intentan contactar a aquellas personas que presenciaron la clausura para que aporten datos que ayuden a levantar la clausura y dejen al descubierto el atropello policial. Sin soluciones precisas para la comunidad teatral de esta sala porteña, el ministro de cultura de la Ciudad, Hernán Lombardi, se mostró ayer sorprendido por la reciente clausura, de la que Serrano no le habría avisado. En diálogo con Página/12, Lombardi enfatizó también los logros de la gestión macrista en relación con los avances del circuito off porteño, aunque sostuvo no estar al tanto de lo ocurrido en el teatro la noche del 14 de diciembre: “No vi lo que pasó. Pero estamos muy orgullosos del teatro independiente. Cuando asumimos no había ninguna sala habilitada y ahora ya hay más de 80. Es un tema que hay que seguir trabajando punto por punto, pero el teatro independiente es de lo mejor que pasa en la ciudad de Buenos Aires”.