INTERNET LA WEB ARDE CON LOS RELATOS ALTERNATIVOS A LA COBERTURA OFICIAL DE ALEMANIA 2006
Un recorrido por las mejores crónicas alternativas, al margen de la escena de los enviados de diarios y canales. ¿Qué escriben los cronistas de la blogósfera sobre el máximo evento futbolero?
› Por Julián Gorodischer
En primera persona y desde todos los focos posibles: así narran. Se enchastran en el fango de la cobertura, pero al margen de lo que envían a los grandes medios se entusiasman con la escena corrida de la competencia con pretensión omnívora (verlo todo/reseñarlo todo), o prefieren divagar en un nonsense inspirado en la derrota por penales ante Alemania. Entre los mejores cronistas de la blogósfera, Quintín, crítico de cine, fundó su religión mundialista en una página personal (bonk.com.ar) que toma forma de diario íntimo, autodefinido como cobertura obsesiva: allí fecha sus impresiones sobre partidos con la salvedad de no dejar “ni uno afuera”. Los textos escogidos del Mundial no ofrecen el lugar común de la cobertura: ni entusiasmo patriotero, ni saturación de los colores. Por estas horas, tras la vuelta a casa, el hit es anunciar un “retiro de espectador de mundiales” que no se cumplirá.
Entre las mejores crónicas, las de Hernán Iglesias Illa, ganador del premio Seix Barral, revisan sensaciones del hincha ante el tiro del penal. La variedad de géneros incluye una brillante exploración sobre el apócrifo (en blogdelio.wordpress.com, atribuido a Lionel Me-ssi). Pero también la originalidad teórica de Daniel Link analizando la pose publicitaria del jugador, el detallismo técnico de Quintín desmenuzando cada tiro libre y la agudeza del poeta Fabián Casas, que divide castas de periodistas deportivos como en una distinción entre famas y cronopios de Cortázar.
Hinchas/obsesivos
El registro de Quintín es estrictamente deportivo y sorprende por la capacidad de analizar todos los partidos. Por eso es la muletilla de otros sitios. “Quintín, el de los ojos rojos”, bromea su par Iglesias Illa sobre esa compulsión a mirar y anotar. El cronista desmenuza y clasifica: “Italia juega vertical; esto es, los defensores la juegan para adelante donde un medio intenta encontrar un espacio para jugarla más adelante a un delantero”, escrito el 25 de junio de este diario íntimo que haría las delicias de cualquier técnico del mundo. “Viendo las insoportables coberturas televisivas de anoche –sigue–, tuve una especie de revelación sombría. El principal objetivo de los cientos de cronistas enviados a Alemania es entrevistar hinchas festejando con declaraciones tan interesantes como No sabés la cerveza que me tomé, papá. ¿Será que por estar en Alemania estos hinchas, en nada diferentes a los domésticos, son una especie de barras bravas VIP?”
Otro obsesivo, pero de sus propios estados anímicos, ideas y revelaciones ante la TV es el periodista Iglesias Illa, en actitud autocuestionadora sobre sus modos de mirar.... “En un momento del segundo tiempo, cuando el partido era una nadería por la desaceleración de México y la timidez de Argentina –en hernanii.net– me di cuenta de que entre los que estábamos frente a la TV se colaban conversaciones sobre cualquier tema: Superman Returns, nuevos restaurantes, política colombiana. No puedo volver a participar de semejante trivialidad, que no hace más que poner en evidencia la trivialidad de mi fanatismo por el Mundial.” Y amplificando los interrogantes al ser nacional. “¿Será que los argentinos hacemos mejores a los rivales? Eso es un piropo: decir que contra nosotros los futbolistas ofrecen su mejor versión...”
Intimos/apócrifos
El enviado anónimo es un ser indiscreto que ventila anécdotas de la concentración. Se lo sospecha corresponsal de un medio grande, que aprovecha el blog para sus descartes. “Me fui a Leipzig y me crucé con Mariano Closs –escribía en barradeseriales.blogspot.com– deprimido por no poder haber ganado en el rating, le digo que debe haber razones mayores para deprimirse en la vida pero apenas me escucha. El colorado Liberman le decía a quien quisiera escuchar que estaba contento porque ya no lo odian tanto y que la gente lo quiere y ya ni lo putean. Es que en Alemania mucho no se lo conoce.” El registro del enviado anónimo –que, de ser un apócrifo, logra un verosímil meritorio– es cercano al del chimentero, pasando revista con una malicia irónica al acontecer de los famosos. “Vi el camión de Quilmes y a Ingrid Grudke; no, Tinelli no estaba”, sigue. “Lo veo a Fierita (enviado cómico de Canal 9) y pienso en un par de colegas especialistas anclados en Buenos Aires que conocen hasta la carrera del arquero de Ghana. Unos metros más allá Alejandro Fabbri estudia un planisferio para asegurarse de que sea cierto lo que le dijeron: que Trinidad y Tobago no está en Africa. Más complicado es lo de Jacobson que aparentemente dio un pase desde el piso hacia Alemania asegurando que iban a seguir lo que ocurriera con el equipo de Serbia y Montecarlo...”.
Más visitado es el hit de la temporada, supuesto blog de Messi (blogdelio.wordpress.com) convocando a una masa de lectores/fanáticos que le piden pruebas de veracidad (que guiñe o salude durante el himno) y oscilan entre creer o reventar. El blog alterna el detalle de las trasnoches del equipo, cargadas a Tevez y un chat con Ronaldinho. “Toy rekansado del viaje. Pero no keria dejar de poner algo en mi kble a tierra. Ayer a la noche despues de eskrivir m kede un rato en el mesenger y aparesio RO”, en un chateo que reproduce los vicios lingüísticos de la generación MSN.
Divagantes/lúcidos
Fabián Casas (en malelemen to.blogspot.com) divide a periodistas deportivos como en un cuento de Cortázar. “Los periodistas deportivos puros les ponen a sus hijos el nombre de un jugador de fútbol y si tienen mascotas hacen lo mismo.... Los puros no padecen de ilusión óptica, padecen de ilusión óntica. Para los puros el mundo no está dividido entre Oriente y Occidente, sino entre Menotti y Bilardo. Bielsa, para algunos de ellos, fue una opción interesante, como lo fue el peronismo en su momento contra yankis y marxistas...”. Y después, entregado a los juegos de palabras: “¿Alguien en su sano juicio puede tomar en serio un mundial? Una competencia demencial donde un par de equipos de todo el mundo juegan al fútbol mientras la mitad del planeta se cae a pedazos. ¿Nos puede preocupar un equipo cuyo nombre parece un título de la colección Robin Hood? Drogba, su figura, ¿es una joda por Maradroga? Dindane, el delantero, ¿es una joda por Zidane?”
Indispensable es la lectura del Diario de un televidente, del escritor Daniel Link (linkillo.blogs pot.com), donde la reflexión sobre el juego y sus actores se enlaza con otras zonas de la crítica cultural, como el análisis publicitario. “Para Multicanal (en su aviso Promesas), que un hombre le dé un beso en los labios a otro equivale a comer insectos o bañarse en agua podrida: cosas que se hacen sólo como sacrificio.” Y después sigue: “Hay algo que relaciona irremediablemente el deporte y el erotismo, y eso sucede no en los bordes sombríos de las apropiaciones infames y profanatorias (¿o sí?), sino en el lugar más central de la cultura industrial: la publicidad, que adopta el formato del porno soft y pone a actuar en él a un puñado de celebridades deportivas..., pero en la TV no sucede (ni por asomo) lo mismo, donde la erotización del deporte sigue exclusivamente los andariveles de la broma procaz, en un esfuerzo desesperado (sin esperanza) por ocultar todo lo que de più sexy podría haber en la pasión de las multitudes”.
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