El actor y director estadounidense Woody Allen consideró “falsas y vergonzosas” las acusaciones por abusos sexuales hechas contra él por su hija adoptiva Dylan Farrow. Según aseguró su representante, Leslee Dart, Allen tiene previsto responder directamente a las alegaciones “muy pronto”. Dylan Farrow, hija adoptiva del cineasta y Mia Farrow, quien ahora tiene 28 años, rompió el silencio que había mantenido durante más de dos décadas con una carta abierta publicada en un blog de la edición digital de The New York Times este fin de semana. Allí, la joven relata con detalle cómo Allen supuestamente abusó sexualmente de ella, cuando tenía siete años. La acusación, que se había realizado en ese momento, llevó a Allen a ser investigado, pero finalmente Farrow y su madre no presentaron cargos en su contra. La representante del director recordó que los expertos que trataron el caso concluyeron que “no había pruebas creíbles de abusos”, y que Dylan Farrow no era capaz de “distinguir entre fantasía y realidad”, pero ahora que la denuncia por abuso volvió a ser pública, el caso tomó mayor dimensión. Según medios locales, Allen no podría ser perseguido por la Justicia dado que los hechos se remontan a 1992 y habrían prescripto. El escándalo podría perjudicar las posibilidades de su último film, Blue Jasmine, de acceder a algunos de los Oscar para los que está nominada. Mientras su actriz protagónica Cate Blanchett le deseó a la familia “encontrar algo de paz”, y la Sony –que distribuye la película– prioriza la presunción de inocencia del director, queda por saberse si los seis mil jurados de los Academy Awards usarán la vara moral junto a la artística a la hora de votar.