En la ciudad de Buenos Aires, tras años de trabajo en ese sentido, el teatro comunitario ya tiene su ley. La semana pasada se aprobó finalmente por unanimidad en la Legislatura la Ley de Promoción del Teatro Comunitario. Con 58 votos a favor, ninguno negativo y ninguna abstención, se hizo realidad una ley que reconoce, por primera vez en 31 años, la necesidad de fomentar y promover una de las prácticas culturales más originales del mundo. Esta aprobación tiene su historia. En 2012, la Red de Teatro Comunitario de la Ciudad, integrada por 11 grupos, acercó una propuesta a la diputada Gabriela Alegre, del FpV, que expresaba las dificultades que atravesaban los grupos para sostener y hacer crecer esta práctica de arte y transformación social. Pocos meses después, la propuesta se convirtió en un proyecto de ley. Luego de dos años, y con algunas modificaciones, fruto del intercambio con otros bloques, la ley se aprobó. El teatro comunitario tendrá ahora un presupuesto específico dentro de Proteatro, que le permitirá solventar algunos gastos insoslayables inherentes a su trabajo