Miércoles, 20 de enero de 2016 | Hoy
OPINIóN
Por Jésica Tritten *
Como corresponde a una nueva gestión, es totalmente atendible que ésta intente proponer una impronta propia sobre la base de un proyecto exitoso y reconocido por la sociedad argentina y la comunidad internacional como es el caso de Canal Encuentro. Es normal, es democrático, es republicano, cuestiones con las que sí comulgamos quienes hemos fundado, creado y establecido las líneas rectoras de la señal.
En una nota de opinión firmada por Luis Gregorich en La Nación (aquí http://www.lanacion.com.ar/1863040-...) propone una suerte de “decálogo novedoso de propuestas superadoras” para esta nueva etapa. Como no tengo pruebas de la mala fe, voy a concentrarme entonces en el desconocimiento absoluto de Luis Gregorich acerca de la riquísima programación de Canal Encuentro, que cuenta con premios internacionales del más alto nivel y forma parte de un grupo de señales del más alto prestigio mundial.
Gregorich, con un estilo de refundación comienza, primero, con el lugar común de todos aquellos que hablan de un medio público: la BBC. Durante más de dos años, antes de la emisión de Canal Encuentro, recopilamos procesos, comparamos estructuras de funcionamiento y, claro, la BBC fue una referencia ineludible. Tal es así que quien conoce el funcionamiento de la señal entiende que su proceso de producción delegada, los contenidistas y los procesos de producción supervisados por especialistas provienen del estilo británico de la BBC, pero también del Channel Four, cuyos representantes han visitado en varias ocasiones las oficinas de la señal. Otra de las referencias, cuando se habla de televisión de calidad, es la canadiense, como la National Film Board, socio estratégico en coproducciones de vanguardia vinculadas a las de convergencia tecnológica y Transmedia. Aquí, el link de la exitosa coproducción: http://primal.encuentro.gob.ar/
En otro pasaje, otra de las “propuestas novedosas” es la realización de una serie enteramente dedicada a Sarmiento. Insisto, si se conociera la materia de la que se habla, Gregorich sabría que ya en 2012 nos dedicamos a la faena de producir esta serie, conducida por Alejandro Awada. En este programa nos acercamos al escritor, estadista, militar, viajero, intelectual, prócer incómodo, tan alabado como discutido. Para unos demócrata, para otros conservador, desbocado, sincero, educador y soberbio, con un ojo en la patria y el otro mirando a Europa. Domingo Faustino Sarmiento contiene en sus múltiples vidas muchas de las contradicciones de su tiempo. Protagonista de aquel país en ciernes, pero también figura de lo que hoy es la Argentina, más de un siglo y medio después. Otros tiempos, otros hombres, los mismos debates y pasiones. El link para ver libremente los 8 capítulos de 26 minutos es éste: http://www.conectate.gob.ar/sitios/.... Claro que la importancia de Sarmiento no sólo culmina en una serie y por eso programas sobre filosofía política argentina, Presidentes argentinos, series sobre pedagogía, entre otras líneas de trabajo y con los especialistas más reconocidos por la Academia pero también por la divulgación, formaron parte de la programación de todos estos años que enriquecieron con sus miradas totalmente disímiles la figura de un prócer inigualable, polémico, único.
En un tercer pasaje, una propuesta posible es la “evolución de nuestra sociedad argentina”, desde la inmigración hasta nuestros días. Claro que hemos hecho este tipo de producciones, como se puede apreciar en Cultura y Nación (19101940) http://www.conectate.gob.ar/sitios/... y Sociedad y Cultura desde 1960 http://www.conectate.gob.ar/sitios/.... Estos capítulos pertenecen a una serie ambiciosa, que trata la historia de nuestro país durante todo el siglo XX con más de 30 capítulos y dos temporadas. Claro que no sólo de inmigración está compuesta nuestra sociedad y por eso dedicamos muchas series a la divulgación de los sectores populares y originarios en el proceso de organización nacional durante el siglo XIX, con grandes series. Las comunidades originarias, los afrodescendientes, los mestizos y los pobres formaban lo que se denominaba el “bajo pueblo”. Una introducción a la historia de estos sectores populares –la mayoría de la población de esa época– para saber que nuestro pasado no fue sólo producto de la acción de un pequeño grupo, ni de la inmigración únicamente, sino de una experiencia colectiva. http://www.conectate.gob.ar/sitios/...
En el marco de esta “novedosa” propuesta, Gregorich también cita que sería conveniente convocar a Juan José Campanella (que dirigió y protagonizó varias series en el canal, la más querida por el público es Entornos Invisibles, una gran serie de divulgación científica http://www.conectate.gob.ar/sitios/....
Gregorich propone, también, una serie sobre los ríos ya que “determinan la fuente de la vida y se desarrollan las culturas de los hombres”. Con la misma concepción, desarrollamos en 2011 Biografía de un río, donde en 13 capítulos se realiza un viaje por el río de la Plata, el Paraná y el Paraguay, desde Buenos Aires hasta Asunción del Paraguay, a la manera de una crónica moderna en la que convergen tanto referencias a los relatos fundadores como los debates sobre los efectos que la actividad económica produce en el medio ambiente y, también, en la vida cotidiana de los pueblos costeros. http://www.conectate.gob.ar/sitios/.... Con evidente sentido común, Gregorich propone que ya que “hemos hablado de los ríos argentinos, esto equivale a invocar a Juan José Saer, el mejor escritor de su generación y el más apegado a su paisaje de aguas y orillas”. El escritor, además e estar presente en decenas de capítulos sobre literatura argentina (ejemplos aquí con El Entenado http://www.conectate.gob.ar/sitios/..., aquí http://www.conectate.gob.ar/sitios/... se encuentra en la programación de canal Encuentro durante su primera temporada, en 2007, con una joya para el acervo cultural nacional: una de las últimas entrevistas del escritor antes de su muerte: http://www.conectate.gob.ar/sitios/....
Termina Gregorich su decálogo de porpuestas con este párrafo: “El protocolo para el debate está presentado. A las ideas expuestas pueden oponerse otras. Lo importante es ir construyendo, paso a paso, sin prepotencia, una política de información y de contenidos culturales que encarne la democracia republicana y social en la que pretendemos vivir.”
A título personal, suscribo cabalmente con esta conclusión. Sólo agregaría que sería prudente que quienes presenten propuestas superadoras sobre una temática, en este caso los tan mentados “medios públicos” conozcan empíricamente el objeto de estudio del que hablan, no sólo porque el ejercicio de “hablemos sin saber” invalida cualquier propuesta que se presente como seria (y en este caso, quien queda invalidado intelectualmente es el que presenta propuestas ya realizadas y sólo se lesiona a sí mismo) sino porque descalifica a grandes equipos de trabajo, pensadores, realizadores, trabajadores de la cultura que ya investigaron y ejecutaron con solvencia, con reconocimientos en premios y certámenes nacionales e internacionales y sobre todo, con la convicción democrática de que los temas de la cultura no tienen dueño.
* Ex directora del Polo Educativo de educ.ar.
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