“El único autógrafo digno de un hombre es el que deja con sus obras”, afirmó alguna vez José Martí. Y esta noche, a las 21 hs de la Argentina, los Rolling Stones corresponderán la frase del político, pensador y poeta cubano cuando cierren en la Ciudad Deportiva de La Habana el Olé Tour 2016. Será un fenómeno sin precedentes no sólo para el pueblo de la nación caribeña, sino para la propia banda, según dejó por sentado en un video promocional que compartió esta semana a través de su cuenta oficial en YouTube. “Estamos muy felices de tocar para ustedes”, afirma Mick Jagger en un español claro y correcto (más allá del acento inglés), luego de que la agrupación completa saludara con una emoción notable a Cuba, desde el camarín de alguna de las paradas de su gira, en el inicio del clip de casi un minuto de duración. “Hemos tocado en muchos lugares increíbles, pero este concierto en La Habana será histórico para nosotros. Esperamos que lo sea para ustedes también. Gracias por darnos la bienvenida a su hermoso país.”

“Concierto de amistad” es el nombre que Sus Majestades Satánicas eligieron para el show que sellará su tour latinoamericano más ambicioso y abarcativo, que comenzó el 3 de febrero en Santiago de Chile, y continuó por La Plata, Montevideo, Río de Janeiro, San Pablo, Porto Alegre, Lima, Bogotá y el DF mexicano. Si bien el recital estaba previsto inicialmente para el 19 de marzo, la visita de Barack Obama les obligó a cambiar los planes. Y es que durante los primeros contactos que tuvo la banda con el gobierno revolucionario, en los que la Fundashon Bon Intenshon (organización curazoleña que apoya proyectos culturales, educativos y deportivos) fungió como mediadora, el líder de los Stones conoció que se esperaba en ese mes la primera visita de un presidente estadounidense en 88 años, al igual que la posibilidad de la firma de un acuerdo entre el gobierno colombiano y la guerrilla. Esto alimentó la contumacia de Jagger de actuar en Cuba, que hizo vox populi apenas la isla restableció relaciones con Estados Unidos.

Los rumores de este recital corrieron como pólvora por la isla el año pasado, después de que el diario oficialista Granma informara sobre la estadía de Mick Jagger en La Habana, en octubre último, donde visitó clubes, bailó, tocó con la agrupación Interactivo, y se mostró muy amable con todos aquellos que se acercaron para saludarlo o para registrar una polaroid de un circunstancia hasta entonces imposible. Además se encontró con el embajador británico en la capital cubana, Timothy Cole, quien estuvo involucrado en las negociaciones. El frontman de la banda de rock más importante del mundo desembarcó en el país caribeño a pocos meses de que lo hiciera The Dead Daisies, donde participan Darryl Jones y Bernard Fowler, ambos integrantes de la banda que acompaña a los Stones, quienes, tras su paso por los escenarios locales en febrero de 2015, pusieron al tanto al cantante y a Keith Richards acerca de la enorme popularidad del grupo en Cuba, y las grandes chances que existían para que pudieran presentarse allá.

Si bien es la primera mega banda de rock que actuará en Cuba, los Stones llegaron al país luego de que Rihanna, Usher, Ozzy Osbourne y Katy Perry lo hicieran en 2015. No obstante, el inicio de la apertura del gobierno cubano con respecto a la cultura pop anglosajona se produjo en 2001, cuando Manic Street Preachers se presentó en La Habana, en un teatro Karl Marx colmado, por invitación de Fidel Castro, quien estuvo presente en el recinto (fue su primer recital de rock) para ver a la leyenda galesa del rock alternativo. Una vez que acabó el show, los integrantes de la banda más impensada para estrenar ese proceso de conciliación, no podían creer el momento histórico que protagonizaron, especialmente su vocalista y guitarrista, James Dean Bradfield, quien en la madrugada, y en medio de su borrachera, abrazaba al que se le cruzara exclamando: “¡vino Fidel a vernos!”. Para cerrar su debut en América latina, los británicos acompañaron al día siguiente a Castro a la inauguración de una escuela en Santa Clara y visitaron el monumento a John Lennon en Parque Vedado.

Después de que Castro ofreciera en 2004 un discurso en honor al cumpleaños de Lennon, cuya obra solista, al igual que la de los Beatles, fue prohibida en Cuba (lo mismo sucedió con los Stones, por lo que para muchos cubanos el recital de hoy será un acto de reparación histórica), Rick Wakeman, Sepultura y Audioslave pasaron por la isla. De hecho, la superbanda conformada por Tom Morello, Tim Commerford, Bard Wilk y Chris Cornell registró su show en el Teatro Antiimperialista José Martí, en 2005, en el DVD Live in Cuba. Sin embargo, Billy Joel fue la primera estrella anglosajona que actuó en Cuba, luego de que ésta abrazara el socialismo. Eso sucedió en 1979, como parte del Havana Jam 79, un encuentro musical, con trasfondo político, en el que Estados Unidos y la isla daban fe de que habían bajado un cambio en sus tensas relaciones. Además del cantautor, en el evento participaron Pablo Milanés, Paquito D’ Rivera, Chucho Valdés, Irakere, Weather Report, Stephen Stills, Kris Kristofferson y Rubén Blades.

Aunque lo más cercano al rock por parte de la representación cubana del Havana Jam ‘79 fue Irakere, esa aplanadora sonora no entraba estrictamente dentro del género. Y es que la lucha del gobierno revolucionario contra la ideología capitalista había golpeado con fuerza en esa época a una escena que supo ser en la década del cincuenta la más próspera de la región. Si bien no cabe ninguna duda de que la Argentina es pionera en el proceso de composición de temas propios y en el desarrollo de una identidad particular en el rock de habla hispana, Cuba tuvo a la primera banda de rock que cantó en español o al menos que grabó un registro temprano en nuestro idioma: Los Llopis. El grupo de los hermanos Manuel y Francisco Llopis, quienes descubrieron el rock mientras estudiaban en Estados Unidos, formó parte de una avanzada seminal, de la que también se destacó Los Zafiros, que estaba influida tanto por las cintas Semilla de maldad y Rebelde sin causa como por los ritmos afroantillanos, y que no era bien vista por la policía del dictador Fulgencio Batista.

A pesar de que la Revolución segmentó la escena entre bandas profesionales y amateurs, a partir de una consideración estatal evaluada por una comisión (más que por una condición propiamente conceptual), el rock cubano buscó la manera de sobrevivir en los siguientes años. Luego de que en la década de los setentas agrupaciones del temperamento de Los Kent, Los Jets, Los Dada, Almas Vertiginosas y Síntesis, que mantuvo esa costumbre tan local de experimentar con el acervo sonoro antillano, se transformaran en un broncodilatador para el movimiento, en los ochenta el movimiento tuvo un nuevo envión. Si bien supo sortear los inconvenientes con talento y picardía, el rock en esa época, que se movió entre el rock progresivo, el hard rock, el heavy metal y el punk (los dos últimos estilos siguen siendo la base del género), también ganó en tolerancia. Pero nunca dejó de ser visto con malos ojos por las instituciones estatales. A diferencia del rap, que goza de una oficina gubernamental denominada Agencia Cubana del Rap.

Es cierto que al momento de hablar de música cubana, el rock parece minúsculo y hasta casi ignoto en comparación con los ritmos afrocubanos. Pero la visita de los Stones está sirviendo de vitrina para que muchos músicos locales del género puedan visibilizarse, hablar sobre la censura en la isla, descubrir la actualidad de la escena, y hasta evidenciar la popularidad con la que cuenta la banda entre los cubanos. Mientras Alexander Domínguez, ex integrante de Almas Veriginosas, y considerado el rockero más viejo de la escena (tiene 76 años), reconoce desde Miami que nunca fue fan del cuarteto, y pone en duda las intenciones del recital, Gorki Águila le lanza una advertencia a Jagger por YouTube. En el video, el líder de la banda punk Porno para Ricardo, uno de los artistas más polémicos de la isla, le dice al cantante del grupo inglés: “Cuando tú vengas para acá, es probable que esté en una celda”, vaticina. “Soy un músico censurado en Cuba, que no tiene el derecho de tocar como tú donde quieras. Por lo menos infórmate, es lo que te pido nada más.”

De lo que no cabe duda es que el debut de los Stones en Cuba establecerá un punto de inflexión no sólo en el campo cultural, sino también social y político de la isla. Y la previa se palpita con la misma intensidad, al punto de que hay público haciendo cola desde el miércoles en las puertas de la Ciudad Deportiva de La Habana, cuyo escenario (20 metros de alto, 56 de ancho y 80 de largo) está decorado al mejor estilo de la tradición afrocubana, en señal de respeto a los orishas: los dioses yorubas, pilares de la santería cubana. Se esperan 200 mil espectadores para esta noche, que serán en su inmensa mayoría locales (se especula que vendrán ciudadanos cubanos establecidos a lo largo y ancho del mundo). Si bien será gratuito, para los extranjeros tendrá algún tipo de valor económico. Es Viernes Santo, tal vez el mejor que recordará este pueblo en muchos años. Hoy La Habana, vitrina de los Buena Vista Social Club, Sus Majestades del Son, será por primera vez la capital del rock. Será una noche de pura y única Satisfacción.