“La idea surge a partir del inventario que se comenzó durante la gestión de Elvio Vitali al frente de la Biblioteca Nacional”, cuenta Silvia Glocer, una de las musicólogas que conforman el equipo dedicado al rescate y clasificación de partituras. Entre más de 300.000 publicaciones, algunas de ellas de autor y muchas correspondientes a ediciones ya inhallables, aparecieron sorpresas como el Himno peronista escrito por Piazzolla a comienzos de la década de 1950 y, también, muchas de las piezas que formaron parte del ciclo Raras partituras, piano y pianistas que se presentó en abril pasado con la participación de solistas de la talla de Ernesto Jodos, Gerardo Gandini y Adrián Iaies entre muchos otros.

Ahora es el turno de Raras partituras, tango y orquesta, que, a lo largo de tres conciertos, permitirá escuchar una serie de obras poco frecuentadas de Enrique Delfino, Joaquín Mora, Juan Carlos Cobián y Francisco De Caro. Mañana y los próximos sábados 21 y 28, a las 17, en el Auditorio Jorge Luis Borges de la Biblioteca Nacional (Agüero 2502) y con entrada gratuita, esos tangos tendrán, además, intérpretes de lujo: el notable quinteto del violinista Ramiro Gallo que, por otra parte, contará con distintos invitados en cada una de las fechas. Mañana estará Ariel Ardit, dentro de una semana el quinteto contará con la participación de Osvaldo Peredo y el 28 estarán ambos. a quienes se agregará Lidia Borda.

Marina Cañardo, otra de las musicólogas convocadas, cuenta que “lo interesante fue que, en este caso, se reconoció la importancia del trabajo en equipo, ya que había cuestiones que eran de competencia claramente bibliotecológica, y cuestiones musicales, para las que era necesario un cierto conocimiento de la materia”. Los asesores musicológicos son tres –el otro es Juan Pablo Greco–, bibliotecólogos, especialistas en informática y pasantes de la Universidad de Buenos Aires, que son los encargados de cargar los datos, coordinados por Ana Dobras. La otra particularidad es que, junto a lo que Glocer define como “puesta en valor” de ese material archivado, se haya encarado esta serie de conciertos que busca que, más allá del rescate de las partituras, el público pueda saber cómo suenan. Estos tres conciertos, por otra parte, serán grabados para la realización de un disco. “Creo que esto tiene que ver con quienes están al frente del proyecto”, comenta Cañardo. “El director de la Biblioteca es Horacio González, que es sociólogo y que tiene una clara conciencia acerca de lo que significa valorizar un archivo y ponerlo al alcance de la gente para que no sea simplemente unas partituras que sólo unos pocos puedan leer sino algo que suene para todos los que quieran escucharlo.”