FESTIVAL “DISPLAY PIXEL 3”
El sonido como una performance visual
Vincent Epplay y Antoine Schmitt explican el espectáculo que va en el San Martín.
› Por Cecilia Hopkins
No se trata de un simple collage sonoro o de imágenes musicalizadas. Sus obras investigan las conexiones entre imagen y sonido desde el aporte de la tecnología digital: los franceses Vincent Epplay y Antoine Schmitt –quienes estrenarán Display Pixel 3 hoy y mañana, en la sala Casacuberta del Teatro San Martín– se interesan en la materialización del sonido y, desde hace varios años, trabajan en conjunto en la realización de performances. Formados en las artes plásticas y la música concreta, ambos utilizan la programación digital para la realización de instalaciones en espacios públicos o exhibiciones on line. La obra que presentarán en el marco del FIBA consiste en “la proyección visual de sonido en la que ni la forma ni el ritmo o la melodía se ilustran mutuamente, sino que interactúan la una con la otra”, según aclaran los artistas en conversación con Página/12. “La idea es trabajar sobre el sonido como generador de música, en el sentido más amplio de la palabra”, detallan. Display... presentará una serie de ocho cuadros proyectados –formas geométricas pixeladas en blanco y negro, a cargo de Epplay–, los cuales generarán sonido en base a la manipulación técnica de Schmitt. “La obra describe una variedad de fenómenos de escritura sonora, un diálogo entre los generadores de formas y sonidos.”
A pesar de su propuesta innovadora, Display...no se desarrolla en un espacio diferente al de una sala teatral convencional: “El oyente-espectador se encontrará en una situación clásica, como si estuviese en el cine”, describe Schmitt. “Esta búsqueda nuestra está muy ligada a investigaciones cinematográficas que datan de principios de siglo. Pero nosotros no sabíamos que, al verificar la relación sinestésica del sonido y la imagen que se crean uno al otro, estábamos trabajando con ideas coincidentes a los principios desarrollados en la década del ’10 y ’20. Por eso la obra no debería entenderse como un homenaje.” Si bien el espectador será testigo de un suceso creado en vivo, un espectáculo en el que no sucede lo mismo en todas las funciones, los artistas aclaran que no se trata de un montaje teatral: “El espectador se coloca frente a una experiencia que está en la frontera de varias disciplinas”, subrayan. “Y es allí donde existe un punto de contacto con la performance teatral, porque hay actuación en vivo y en directo.”
Estos espectáculos multidisciplinarios ya forman parte de una tradición: “Es un fenómeno muy europeo –afirman–, aunque no es Francia el lugar central donde hoy se desarrollan estas investigaciones de cruce, sino Alemania o Italia. Pero no se perciben diferencias entre las obras en función de su procedencia: todas estas creaciones presentan escenas sucesivas y están en evolución permanente frente al progreso tecnológico”. Ante la pregunta acerca del público que mejor recibe estas propuestas en su país, los artistas admiten que algunas de sus obras son de una lectura más compleja, pero que muchas de ellas (y éste es el caso de la que presentarán aquí) son producciones “para un público no necesariamente formado en la historia de la plástica, aunque el resultado tenga conexión con el constructivismo, la abstracción y la música concreta. A nosotros lo que más nos interesa es dejar el campo abierto a la interpretación del espectador frente a un fenómeno activo, físico y lúdico”.
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