Algunas charlas terminan como empiezan: con una ovación de pie y el público cantando. Cuando Víctor Hugo Morales y Adrián Paenza aparecieron ante las más de 500 personas que se acercaron el miércoles a la sala Jorge Luis Borges de la Feria del Libro, todos se pusieron de pie y los aplausos duraron varios minutos. Y claro, el cantito omnipresente en los actos donde confluyen simpatizantes del anterior gobierno, el “oooh, vamos a volver, a volver, a volver, vamos a volver”. Y terminó igual, con los aplausos y los asistentes haciendo fila para que Morales firmara su flamante libro Mentir a diario (editó Colihue), que oficiaba de excusa para la charla sobre el estado del periodismo en tiempos de neoliberalismo. ¿Los cantitos? Recrudecieron cuando el periodista retomó el micrófono para anticipar que están casi cerradas las conversaciones para su regreso a la televisión, en la señal de cable C5N, de lunes a viernes por la tarde.

“Algo que me parece esencial en todo esto es que la derecha y los grupos enfrentados con Víctor Hugo son personas que necesitan mentir”, planteó el matemático y periodista en su intervención inicial de la charla. “Nosotros podemos equivocarnos, tener información equivocada, pero nunca diríamos algo a sabiendas de que es mentira, y eso es clave en todo esto: las personas que hacen eso tienen que mentir para agraviarlo y atacarlo, y la tienen que repetir tanto que al final alguna gente piensa que algo de eso debe ser cierto”, reflexionó. La excusa convocante, el libro, quedó de lado pronto para el recorrido pormenorizado de la situación social y política en Argentina desde la asunción de Mauricio Macri como presidente: miles de despidos, desfinanciamiento de la educación y la salud públicas, pérdida de soberanía económica, sujeción del Estado a intereses privados, el abandono de las políticas científicas, el rol de los grupos empresariales de medios, la caída del poder adquisitivo de los trabajadores y la persecución de militantes opositores.

“Una jovencita recién me paró, divina ella, estaba haciendo notas y cuando me ve me pregunta si estoy contento por el libro, y sí, claro, le digo que sí, y enseguida me pregunta ‘¿y qué me dice de la ruta del dinero K?’ Pobrecita, ella viene a eso, los usan desde jovencitos para cumplir el rol que necesitan, y claro, le respondí que en el camino encontraron el dinero de Macri”, contó Morales.

El rol de los medios, la capacidad de martillar con una información constantemente para ocultar otras y la utilización política de la mentira pública fueron, desde luego, temas que circularon a lo largo de la charla. Víctor Hugo aludió a la invención del supuesto hijo de Evo Morales para limar su popularidad de cara a un referéndum y el respaldo indispensable de la cadena O Globo en Brasil para motorizar el golpe institucional al gobierno de Dilma Rousseff. También atacó “el circo” del fiscal Guillermo Marijuán. “Si a vos te dan toda la información, número de cuenta, cantidad de dinero, en qué banco está, no tenés que ir con una excavadora como Marijuán, en una búsqueda del tesoro inventada por el Grupo Clarín para entretener a los espectadores”, fustigó. “Esto es hoy el periodismo, al país le pasa que un fiscal impresentable, con el mandato de Clarín y llevado de la cadena, va a Santa Cruz y encuentra casas que si las pedía en el catastro, se las daban, de este personaje estrafalario que es Lázaro Báez”, señaló.

La cosa no está mucho mejor en Estados Unidos, donde vive Paenza, contó el columnista de Página/12. “Allá hay un programa que para nosotros es tristemente célebre por Malvinas, que es 60 minutos, lo veía y de pronto apareció Macri y no lo podía creer”, advirtió. “Yo le tenía respeto al programa hasta que vi lo pautada, pactada y arreglada que estaba la entrevista: le tiraron todos los centros imaginables y en su presentación parecía el house organ de la Casa Rosada”, narró con estupor. “Creía que el periodismo norteamericano todavía formaba parte de ese círculo virtuoso de contar los hechos, porque vos podés dar tu opinión, pero el resultado de un partido no podés negarlo ni inventarlo, y mandatarios como Correa, como Morales, están demonizados por la visión que en el hemisferio norte dan sobre ellos; por eso Obama vino una vez que estaba resuelto el problema de sacarse de encima al kirchnerismo y por lo mismo Singer puso plata para la campaña de Macri.”

“La corrupción como tema se instaló en el ‘89/2000, cuando se querían quedar con el Estado”, recordó Víctor Hugo. “Ellos ganaron, pero el saldo fue desolador para quienes fueron humillados en su condición de trabajadores, y ahora lo que mortifica no es que ellos cuenten de la excavadora de Santa Cruz, sino que con eso ocultan la verdadera información”, advirtió.

“Yo les regalo simbólicamente la corrupción de los funcionarios, que compraron 11 millones de dólares a futuro y ganaron 60 millones con la devaluación que ellos mismos decidieron, el problema es que para eso tuvieron que perjudicar a 40 millones de argentinos, que devaluar y quitar subsidios porque ya no quieren sacar plata de las cerealeras, la sacan de la gente, y es este el tipo de políticas públicas que nos afecta”, describió Morales. “Este tipo de políticas públicas es la que nos afecta y la que a ellos les molesta: la bronca con el gobierno anterior tiene más que ver con lo que hicieron bien que con lo que se hizo mal”.

“Lo que más les dolió es que una clase social que para ellos era el descarte, estaba gobernando”, consideró Morales. “¿Y qué van a hacer los descendientes de Mitre? Salir a buscar todo. ¿Qué hizo la presidenta de Aerolíneas? Sacó una carta que por lo que dice, de ahí a la privatización falta nada, porque le quitaron los subsidios. Tienen su egoísmo, porque uno llegó a decir que los aviones son para que viajen los ricos.”

Cerca del final de la charla, una señora de la cuarta o quinta fila preguntó si había esperanza. “Sí, señora, hay esperanza: la vez anterior no sabíamos qué era el neoliberalismo, no lo entendíamos, ahora sí y de a poco se van a dar cuenta los que se traicionaron, porque muchos que ahora protestan hicieron mucho para que ganara Macri, muchos trabajadores se traicionaron, pero ya debe haber muchos arrepentidos”, concluyó Víctor Hugo.