Imagen: Carolina Camps.

León Gieco y Carlos Gómez Centurión presentaron ayer en el stand de Página/12 en la Feria del Libro la obra que hicieron juntos. Hubo abrazos, fotos con un público enorme y hasta un minirrecital. El músico y el pintor fueron recibidos con una ovación entusiasmada de la gente que fue a verlos y a ver el tercer tomo de la colección Letras Dibujadas, que hicieron juntos, publicada por la editorial Seimprime. Esta colección propone descubrir la poesía de un artista de la música a través de la mirada de un artista plástico. La serie ya tiene tomos ilustrando temas de Luis Alberto Spinetta y Gustavo Cerati.

Tras media hora de firma de libros, León Gieco se levantó de su asiento, en el stand y avisó que iba a tocar. “Vamos a hacer un temita”, dijo frente a la wiphala, la bandera de siete colores de las etnias cordilleranas, que desplegaba un activista de la Organización de Comunidades y Pueblos Originarios. Gieco, charango en mano, invitó a su hija Joana, en voz y bombo legüero, y al bandeononista José Alcobruni para interpretar Las hojas tienen mudanza, tema de la música popular que incluye en su repertorio. El público lo acompañó con las palmas y luego Joana se quedó junto a su padre para interpretar un tema más.

Luego siguieron León, con su guitarra, y Joana haciendo Canto en la rama, de su disco De Ushuaia a La Quiaca. Un momento de emoción para el público presente fue la versión de Cinco siglos igual, con Gieco acompañado en quena por un músico de los pueblos originarios. Terminada la canción hubo una invitación para el acto que se va a realizar pronto frente al Congreso para reinvindicar los derechos de los pueblos originarios.

El evento, entonces, siguió alternando firma de libros con música, con Gieco invitando a Alejandro Davio –uno de los protagonistas de su película Mundo alas– para interpretar su clásico La colina de la vida. Para ese entonces, la multitud que quería su ejemplar firmado era tal que Gieco y Gómez Centurión tuvieron que trabajar duro firmando ejemplares de la obra, que lleva como título León Gieco-Carlos Gómez Centurión. Era notable ver gente de todas las edades llegar desde otros ámbitos de la Feria, buscando llevarse el libro y para tener una palabra con los autores. La presentación siguió hasta el horario del cierre de la feria, pasadas las 22.