Lunes, 5 de mayo de 2014 | Hoy
SERIES › MAñANA SE ESTRENA POR FOX 24: LIVE ANOTHER DAY
Jack Bauer será ahora un prófugo suelto en Londres, perseguido por su país como traidor. El personaje y la serie presentan cambios para sobrevivir a la misma ficción que ayudó a configurar el post 11-S televisivo.
Por Federico Lisica
Según un adicto a 24 como José Pablo Feinmann (en una contratapa de este diario definió al programa como una “droga”), Nina Myers, la némesis de Jack Bauer fue eliminada en la tercera temporada, pues opacaba al propio protagonista. Cierto o no, el revuelo que armaron los fans de aquella villana representa lo laxo de los límites morales al “enfrentarse” a una serie que los corrió por varios metros en pos del entretenimiento. Porque Jack Bauer era –es– un héroe distinto de los que la ficción televisiva había entregado hasta entonces. El ex agente de la Unidad Anti Terrorista fue tan pragmático como brutal, tan certero como mesiánico; nunca fue fácil estar del lado del personaje encarnado por Kiefer Sutherland, que ha torturado y matado sin pestañar por un ideal. “Jack Bauer es alguien que te genera desconfianza sobre si lo que hace es correcto, pero es alguien que debe hacer lo correcto”, dijo recientemente el actor a la hora de definirlo por el arribo de 24: Live another day (mañana a las 22 hs se estrenan por FOX los dos primeros episodios, irá los martes en ese horario). “Está más calculador que nunca y de una manera extraña también más asustado; eso podés verlo y sentirlo”, agregó Sutherland sobre quien, como dicen el slogan que se repite desde su señal, en pasacalles y en las redes sociales, “está de regreso”.
Salvo que ésta vez es más que nunca un paria, un desterrado y outsider. Bauer juega del otro lado del tablero de este adrenalínico ajedrez de tiros, interrogatorios, explosiones y persecuciones que es 24. “Es un traidor y es un psicópata”, lo define un alto funcionario al comienzo de la temporada. Tras pasar los últimos cuatro años como prófugo, las autoridades lo localizan en Londres, ciudad que justamente está siendo visitada por el presidente de los Estados Unidos. Y se avecina un magnicidio. Motivos más que suficientes para que el clásico relojito digital y el fraccionamiento de pantallas se pongan en marcha. Exceptuando a Benjamin Bratt como el jefe de la CIA y al jefe de Estado (Tate Donovan), la mayoría de los personajes son viejos conocidos de andanzas, empezando por el presidente estadounidense (William Devane) que en temporadas anteriores fue secretario de Defensa y eje de las tramas, junto a su hija (Kim Raver) que había tenido un amorío con Bauer.
Más allá de que el equipo de guionistas, productores y de dirección no sea novato en la serie, este auténtico clásico de la FOX viene con un cambio trascendental en su estructura: serán justo la mitad de los episodios que tradicionalmente se hicieron. “Representará un día entero, así que puede que haya algún gran salto temporal”, anticipó el director Jon Cassar, que estuvo por detrás de la cámara en casi sesenta capítulos. “No vamos a cambiar el show –aclaró Sutherland en un especial televisivo–, no nos vamos a saltear nada. No es una comedia romántica. Jack va a tener un día de porquería y se las va a ingeniar para atravesarlo. Esa es la esencia de 24, su dinámica es la diferencia.”
Otra novedad es la de su escenario. La capital inglesa se vuelve un protagonista más. No faltan escenas en el “underground” londinense, aunque la mayor parte de la acción transcurre en sus barrios bajos, en las zonas aledañas al Támesis. Nunca, aseguran sus realizadores, hubo tantos exteriores como en este caso. Otra alteración se trasluce en el personaje de Chloe O’Brian (Mary Lynn Rajskub), asistente de sistemas y ladera del protagonista una vez más, aunque ahora con un look a lo Lisbeth Salander (de la saga Millenium) y reconvertida en una hacker antigubernamental a favor de la libre circulación de información. “Es una versión más oscura de Edward Snowden”, definió Manny Coto, uno de los guionistas y productores.
Es que Jack Bauer ahora escupe sus “¡maldita sea!” y debe resolver una nueva amenaza global en un contexto distinto. El argumento, esta vez, discurre entre marchas contra los drones utilizados por los Estados Unidos, la atmósfera WikiLeaks, la hipervigilancia en los nodos imperiales y la desobediencia civil. ¿Por qué tantas referencias en entrevistas y especiales a la gatopardiana idea de cambiar para seguir siendo igual? ¿Será que 24 ahora compite con las referencias de Homeland, Hostages y The Americans sobre las que ha influido con su timing, sus guiones llenos de peligros inminentes y sus dobles traiciones? ¿Cuánto se ha escrito y debatido sobre la convivencia de este producto de entretenimiento con la ideología de la señal de Rupert Murdoch? ¿Es que el mundo ha vuelto a ser otro? “24 es hija del contexto del 11-S, pero Jack Bauer es un faro y una clase de héroe singular en este mundo tan complicado”, opinó Howard Gordon, su productor ejecutivo.
La que sin dudas ha cambiado es la TV. 24 marcó un mojón desde el año de su primera temporada (2001), por el ritmo en pantalla, la importancia en el delineamiento de cada personaje e historias secundarias, pero también por la ansiedad en el consumo por parte de los espectadores. Sutherland le dijo a la Entertainment Weekly que no fue fácil volver a ponerse en la piel de este bilardista del American Way of Life. “Tomar la decisión de volver fue estresante –dijo–, hay un sentido de responsabilidad con el programa y los nervios no se han disipado del todo. Cuando empezamos, le dije al director que me siguiera como un halcón. Que no esperara a marcarme si había algo que no funcionaba. Tenía mucho miedo porque podía llegar a no acordarme de Jack. Ha pasado un largo tiempo sin él.” Al fin de cuentas, Jack Bauer se ha vuelto un concepto superador mucho más allá del propio Sutherland. Así lo demuestra el sitio Jackbauerfacts.com con sus frases acerca del personaje. Como la siguiente: “Kiefer Sutherland bebe alcohol para olvidar las cosas terribles que Jack Bauer ha hecho”.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.