Seguramente el sueño de Kevin Smith (Nueva Jersey, 1970) tuvo que ver con Los superhéroes del comic. Más que hacer este programa (domingos a las 21 por Nat Geo, a dos episodios cada emisión), su ilusión convertida en realidad haya sido la de poseer un local de historietas. En su extensa filmografía (Clerks, Dogma, La otra cara del amor, Zach y Miri hacen una porno, entre otras) la cultura pop en general, y la surgida de las historietas en particular, gozan de un lugar preponderante. No son simple referencias, el “noveno arte” es el corazón del asunto, auténtico devaneo existencial de sus personajes. Sólo por nombrar un caso, en Mall Rats uno de los protagonistas se preguntaba cómo quedaban los órganos sexuales de los superhéroes tras sus mutaciones y quién le quitaba la duda era nada más y nada menos que Mr. Marvel: Stan Lee en persona. Ese mismo tipo de discusiones son las que se dan en el programa que ayer se estrenó en la tevé paga. Y si tiene suceso es posible que se vea aquel episodio de la segunda temporada en el que el célebre guionista de comics visitó el local donde transcurre el reality.

Esta producción es original de la AMC pero bien podría ser un documental sobre la fauna y vida silvestre que habita en las comiquerías. El epicentro de Los superhéroes del comic es el local Jay and Silent Bob’s Secret Stash con sus residentes. Walt Flanagan, gerente del negocio y actor ocasional en los films de Smith; Bryan Johnson, auténtico “roba escenas” de este proyecto; y Ming Chen, responsable de todas las propiedades online.

El formato está claramente dividido en dos: por un lado, el registro de lo acontecido en el local y una suerte de inserts cual programa de radio con Smith como maestre. “Este es el único programa que tiene más remeras XXL que vos”, anuncia su mentor haciendo referencia al estado físico de esta prole que no se diferencia de la del vendedor de tiras cómicas de Los Simpson. Es por eso que en un capítulo aparece Lou Ferrigno –el Hulk de la serie de los ’70– para ponerlos en forma. O Michelle Nichols –la morochaza Uhura de Star Trek–, que le dará a uno de ellos un apasionado beso. Así son las cosas en Los superhéroes del comic. Mix entre el piso del talk show relajado (como en Dinner for Five de Jon Favreau) y con la otra parte “en vivo” que recurre al redituable pichuleo visto en El precio de la historia o ¿Quién da más? En este caso, las discusiones avezadas, onerosas y ridículas se dan por el valor de unos juguetes basados en Xena o un viejo ejemplar de Archie. Lo cual da pie a chistes sobre la incidencia del pelirrojo de ficción en los adolescentes promedio estadounidenses.

Mr. Smith sabe de lo que habla. Escribió el guión de la que es considerada una de las “mejores películas jamás filmadas”: Superman Lives, que iba a ser dirigida por Tim Burton y con Nicholas Cage interpretando al Hombre de Acero. Lo bueno es que entre tanto gigantismo estilo Comic Con y la autocomplacencia de sagas como Guardianes de la galaxia, en Los superhéroes del comic reina la simpleza y la sorna. Por no decir lisa y llana estupidez. Es cierto, también, que sin sujetos como Smith, el mundo comic no sería lo que es en la actualidad. En una entrevista con seguidores del programa, uno le preguntó cuál sería el superhéroe más canchero que le gustaría que fuera a su local. “Superman siempre se me viene a la cabeza como el sujeto más bueno que te podés imaginar y que además sabe cómo lidiar en público. Es como el Bono de los superhéroes. En realidad, todos saben que yo soy un fan de Batman, así que me siento muy tentado por elegirlo a él. Pero Batman es más como el Bill Murray de los superhéroes. Querés apreciar su trabajo desde una buena distancia”, explicó.