“Una cena con tres platos que incluye una sopa como para que te vuelvas loco”, así calificó Frances McDormand a Olive Kitteridge (este jueves a las 22, HBO emitirá sus últimos episodios). El proyecto se basó en la novela de Elizabeth Strout (ganadora del premio Pulitzer) y explora la historia dulce, divertida y terriblemente adversa de una ciudad de Nueva Inglaterra a través de los ojos de Olive, que fue interpretada por la actriz ganadora del Oscar por Fargo. McDormand declaró que este proyecto fue una suerte de revancha personal, como para darse el gusto de un buen protagónico. Y no sólo protagonizó la miniserie dirigida por Lisa Cholodenko (Mi familia), sino que también estuvo involucrada en la producción. “Cuando leí la novela vi conexiones, intuí posibilidades. Y eso que está hecha a base de pequeñas historias que tuvimos que ensamblar en el libreto. (...) Mi hijo ya es adolescente, no necesita que lo controle. Olive Kitteridge es el bebé que me ha hecho superar la ausencia de mi bebé”, definió la actriz al diario El País de España.

Olive Kitteridge es, además, el retrato de un pueblito costero marcado por deshonestidades, crímenes y tragedias personales. Todas parecen confluir en esta maestra de matemáticas cáustica, frustrada y por momentos sardónica. La historia transcurre a lo largo de un cuarto de siglo en torno de Olive, su relación con su marido Henry (Richard Jenkins), con su hijo Christopher (John Gallagher Jr.), y el resto de la comunidad.

Si bien podría pasar por un drama de interiores, la miniserie tiene una gran complejidad al enlazar las distintas historias que hallan su eco en Olive. “Para contemplar la idea de alguien como Olive, que es un personaje tan literario como humano, no bastaban los noventa minutos habituales de una película, cuatro horas estuvieron bien, seis horas habrían sido mejor”, concedió McDormand.