Domingo, 18 de septiembre de 2016 | Hoy
SERIES › IZOMBIE, OTRA FORMA DE DEVORAR CEREBROS
La serie que acaba de estrenarse en Netflix ejecuta un viraje en el género: aquí los clásicos devoradores de cerebros son gourmets que conviven en la sociedad.
Por Javier Aguirre
No todos los zombies están tan muertos. Algunos llevan una vida más o menos normal, mantienen sus empleos, conservan la capacidad del pensamiento y el habla sin caer en los rugidos guturales, y hasta capitalizan su cadavérica palidez suscribiendo a la estética gótica y ocultándose en maquillajes deliberadamente sobreactuados. Sin embargo, no hay zombie que pueda evitar la ingestión de los sabrosos, nutritivos, jugosos cerebros humanos y ahí, en esa problemática dietaria, está la clave de la serie iZombie, cuya primera temporada subió al menú de Netflix ayer. Basada en el comic de DC del mismo nombre, que empezó a publicarse en 2010, iZombie impone fuertes modificaciones al reglamento tradicional de los cadáveres caminantes, lo que amplía considerablemente el campo de acción del subgénero. Estos zombies no son seres descerebrados, sino que conservan su raciocinio, y hasta pueden pasar por personas vivas.
Acaso herederos de los zombies sanados y farmacológicamente recuperados de la miniserie inglesa In the Flesh, los muertos vivos de iZombie simplemente ocultan su condición a voluntad, al estilo de, por caso, los vampiros. Y hasta se permiten refinar su placer gastronómico: el gran hallazgo visual de iZombie reside en cómo la joven protagonista convirtió la repugnante costumbre de hundir sus dientes en un cerebro humano, en una cuidada y casi hedonista práctica culinaria. Ella extrae los sesos a personas ya muertas con prolijidad y asepsia de chef, los prepara y sazona, experimenta con diversos maridajes y apela a utensilios de cocina oriental, a bonita vajilla y hasta a prácticos tuppers a la hora de conservarlos o trasladarlos a su lugar de trabajo. Esos rituales gastronómicos se ven acompañados con estética y planos propios de programas de cocina, como las cámaras cenitales que destacan la preparación del cerebro y su cambio de coloración según los condimentos utilizados. Mientras la serie inicia el rodaje de su tercera temporada, Página/12 entrevistó a Chris Roberson y Michael Allred, guionista e ilustrador respectivamente, ambos estadounidenses y creadores de iZombie. Y, por tanto, pioneros en el arte de convertir los hábitos de alimentación zombie en algo, por momentos, tentador.
–¿Por qué decidieron dar, a la alimentación zombie el glamour y el enfoque propios de una dieta alternativa?
Chris Roberson: –Ya desde el clásico de 1985 Return Of The Living Dead, los zombies han sido representados como ávidos de cerebros humanos. Eso me hizo pensar… ¿Por qué los cerebros? ¿Por qué será que los zombies, estas criaturas que no tienen mente, se ven impulsados a consumir las mentes de sus víctimas? Con el tiempo di con la idea de que lo que los zombies realmente querían recuperar la mente, sus propios recuerdos… Y el resto de la historia de iZombie siguió a partir de allí.
Michael Allred: –En el comic surgió la idea de las hamburguesas de cerebro, y desde allí en adelante, el desafío fue mejorar las recetas. Todos tenemos que comer: intentar que nuestra dieta sea más rica es algo muy humano. Y muy zombie también. Además, ayuda a la empatía con los personajes, claro.
–iZombie tiene una estructura de serie policial… ¿cómo surgió la idea de que los zombies puedan ser piezas útiles para la sociedad?
C. R.: –El personaje principal, Liv, es una chica buena y agradable que, simplemente, tras ser atacada, pasa a ser un zombie. Con el fin de evitar su deterioro y mantener su aspecto humano, necesita comer regularmente cerebros de personas. Pero cuando lo hace tiene visiones del momento en que la persona murió. Como ella trabaja en una morgue policial, los cerebros que consume por lo general son de víctimas de asesinatos, por lo que es capaz de ayudar a la Policía a resolver esos crímenes.
–¿Fue difícil adaptar el formato comic al de serie televisiva?
M. A.: –La serie respeta cuidadosamente la idea que Chris pensó originalmente para el comic, ese concepto de “un cerebro por mes”. Y las historias derivan de cada cerebro que se come nuestra chica zombie.
C. R.: –Lo que hicieron los realizadores de la serie, Rob Thomas y Diane Ruggiero–Wright, fue no sólo respetar el concepto base, sino también el estilo visual del comic. Capturaron el tono y el espíritu.
–Los cambios que iZombie introduce en la tradición de las historias de zombies, ¿responden a despegarse un poco del furor mundial por The Walking Dead?
C. R.: –Siempre he sido fan de las historias de zombies, pero la inspiración para iZombie surgió al advertir que, originalmente, los zombies siempre habían sido relegados a contextos y situaciones posapocalípticas. Por ejemplo, las historias de vampiros no están únicamente fijadas en la Inglaterra victoriana, y los relatos de hombres lobo no quedaron encasillados en el campo o en Europa del Este. En cambio, rara vez o casi nunca habíamos visto historias de zombies ambientadas en la época actual, con la sociedad sin haberse derrumbado. En iZombie nos propusimos contar una historia de zombies en el presente, con un clima muy diferente.
M. A.: –El fenómeno zombie está en su mejor momento. La actual explosión del número de fans hubiese sido imposible sin las bases construidas por las películas “de muertos” de George Romero. Lo que mejor hace The Walking Dead parte desde allí: la emoción salvaje de la supervivencia en un mundo que se está cayendo a pedazos. Yo soy fan de The Walking Dead. En cambio, en iZombie, el canon zombie tradicional está bastante oculto. Pero, al igual que en The Walking Dead, y como siempre pasa, la clave son los personajes. Ellos son los que impulsan las mayores fortalezas de iZombie.
–Al esconder su aspecto con maquillajes góticos, ¿los zombies pueden convertirse en una tribu urbana?
M. A.: –En iZombie es posible... El look está inspirado en Blondie, Debbie Harry… Creo que ha nacido un nuevo ícono zombie.
C. R.: –Eso es todo mérito de Mike Allred. En mis notas originales para el guión del comic, el personaje principal tenía un aspecto muy diferente, aunque mencioné al pasar que uno de los personajes secundarios se parecía a la Debbie de fines de los ‘70. Mike pensó que ese look se adaptaría mejor al personaje principal, por lo que sus primeros diseños de nuestra protagonista zombie le deben mucho a la vocalista de Blondie en sus días del CBGB. Para el desarrollo de la serie se tuvieron en cuenta esas referencias.
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