Días atrás HBO estrenó Divorce, comedia protagonizada por Sarah Jessica Parker que para la actriz marca el adiós definitivo al personaje que la encumbró en Sex & The City. Esta es la historia de Frances (Parker) y Robert (Thomas Haden Church). Mejor dicho, la de su separación. Después de más de una década de estar casados con dos hijos, la relación de estos neoyorquinos –pero de los suburbios– llega a su implosión. “¿Estás borracha?”, es la respuesta de su futuro ex cuando ella le pida lo que le da título a la serie. El personaje de Parker dista de tener los mohines de Carrie Bradshaw, es calculadora, contradictoria y emocional, y el de Haden Church es un negador confeso, trampolín perfecto para el sarcasmo. Parker, que además es productora ejecutiva de la serie, declaró que su mayor interés era trabajar la temática de las relaciones adultas y la crisis de la mediana edad. Tópicos y tonalidades similares a los de Sensitive Skin (Direct TV), protagonizada justamente por otra ex Sex & The City como Kim Catrall. En Divorce además del humor amargo, buenas actuaciones, timing alejado del nerviosismo, personajes secundarios entretenidos (como los de la pareja amiga), se esquivan las convenciones típicas del subgénero de “rematrimonio”. Hasta el día de hoy puede verse de manera gratuita el primer episodio por diversas plataformas de la señal (Go, On Demand y Max.TV). También puede seguirse los domingos a la medianoche por HBO.