Son tres mujeres que hacen folklore y que en sólo un par de años lograron lo atípico dentro de las formas menos comerciales del género. Con un disco debut para mostrar –el excelente Folclore argentino–, las chicas de Aymama hicieron sonar fuerte su propuesta, amplificada en escenarios grandes y pequeños de todo el país, y hasta ganaron un Premio Gardel en la categoría Nuevo Artista de Folklore. Ellas serán las protagonistas del último capítulo de Los viernes música, el ciclo que tradicionalmente ofrece a sus lectores Página/12 durante el mes de septiembre, con entrada gratuita. Hoy, a partir de las 20.30, en el auditorio de la Sociedad de Distribuidores de Diarios Revistas y Afines (Belgrano 1732), Aymama mostrará su repertorio, en el que conviven Leguizamón y Castilla, Ramón Ayala, Carlos Di Fulvio, Pepe Núñez y Juan Falú, además de temas propios, siempre con la marca de originales arreglos vocales, de percusión, piano y guitarra.

Aymama está integrado por Florencia Giammarche en guitarra, Paula Suárez en piano y la percusionista rionegrina Mora Martínez, que adelanta que el concierto de Página/12 será una oportunidad para mostrar temas nuevos, además de los ya grabados. “‘El carrero cachapecero’, por ejemplo, que es todo un desafío porque lo cantamos en guaraní. Nos juntamos con Carlos Pino (ex integrante de Los Trovadores) para que nos explicara la letra del tema”, cuenta. “Es una canción especial, porque hasta donde tenemos entendido es un oficio que ya no existe, no hay más tanino para transportar, lo que describe el tema quedó en el olvido.”

“Esta vez nos pegó más el litoral, también incluimos ‘El otro país’, de Teresa Parodi”, dice la percusionista. “También nos empezamos a meter un poco con la música pampeana, con temas como ‘Desde la misma huella’, con letra de Suma Paz y música de Oscar Alem. En síntesis, buscamos sumar lo que nos había quedado en el tintero en el primer disco. La otra deuda pendiente es la música del sur, y para mí, que soy la sureña del grupo, es una deuda doble. Lo que pasa es que no es nada fácil de abordar.”

–¿Por qué?

–Hay loncomeos, músicas que tienen más que ver con los mapuches, muy marcadas por un carácter religioso y de ritual, y no es fácil meterse en ese terreno. Estamos investigando, viendo de qué manera podemos abordar esta música, siempre desde un lugar muy respetuoso. Yo me crié en el sur, la verdad es que no sé si puedo hablar de una música concreta de mi región, excepto el loncomeo y obras como la de Marcelo Berbel, que es un representante del sur, pero también ha hecho muchos ritmos de otras regiones. La idea, insisto, es seguir investigando.

–En la presentación de su página en Internet dicen: “Si se escuchan las canciones que queremos, será que las buscamos”. ¿Cómo es esa búsqueda?

–Somos muy exhaustivas en la búsqueda, nos lleva mucho tiempo esa etapa del proceso. No elegimos cualquier cosa para cantar, nos lo tenemos que creer nosotras primero, así que nos tomamos bastante tiempo para ver cómo nos queda cada tema, para tocarlo y escucharlo muchas veces. Lo mostramos, pedimos opiniones, una y otra vez... El show de Los viernes música será una oportunidad para testear con el público un par de cositas nuevas, algo que no siempre se puede hacer antes de plasmar un disco.

–Es bastante infrecuente lo que lograron en muy poco tiempo, con un folklore que no es exactamente el pensado como producto comercial. ¿Qué creen que fue lo que pasó con ustedes?

–La verdad, no puedo decirlo exactamente... a lo mejor es original que somos tres mujeres que hacemos folklore argentino exclusivamente. No descubrimos la pólvora ni mucho menos, pero hay muchos grupos de este tipo haciendo música latinoamericana; en nuestro caso, por ahora, hacemos sólo folklore argentino. O a lo mejor incide el hecho de ser sólo tres, cantando y tocando, qué sé yo... varias veces nos han preguntado: “¿Y los músicos dónde están?”. Cuando explicamos que somos sólo nosotras tres, nos dicen: “Ah, ¿y también tocan?”.

–¿Y el Gardel, cómo lo interpretan?

—¡Fue un sorpresón! Notamos que hubo un vuelco importante en la elección que hizo el jurado: ganaron Liliana Herrero, Peteco Carabajal, Orozco-Barrientos, Santaires estuvo nominado... En el rubro Grupo de Folklore estaban Los Nocheros y Coplanacu, y ganó Coplanacu. Al parecer hubo un movimiento de renovación, que viene muy bien. Y lo que nos pone más felices es que nos vamos encontrando con colegas y tenemos la sensación de que esta vez fuimos nosotras las que estábamos ahí, pero representamos a una cantidad de gente que al fin estamos siendo escuchados, nos están dando cabida. Ganamos terreno... ¡Vamos todavía!

–Se habla de Aymama como “música folkórica de mujeres”. ¿Están a gusto con esta definición?

–No enarbolamos ninguna bandera feminista ni nada por el estilo. Tampoco renegamos del hecho de ser mujeres, obviamente, pero no hacemos de eso una militancia. Seguramente en nuestra música está en juego nuestra sensibilidad de mujeres, pero no es algo buscado, nos sale así. ¿De qué otro modo podría ser?