Concha Buika, la nueva estrella de la world music surgida de las filas del sello de Javier Limón, dará esta noche su primer show en la Argentina, más precisamente en el teatro Gran Rex. Viene a presentar su reciente disco, El último trago, un homenaje a Chavela Vargas y a Bebo Valdés en su cumpleaños número 90, grabado en Cuba con Chucho Valdés y su cuarteto. El pianista que la acompañará en esta visita es otro cubano, Iván “Melón” González Lewis. Buika nació en Palma de Mallorca y su familia es originaria de Guinea Ecuatorial. La forma en que llegó a ser la voz del jazz afroflamenco del momento tiene mucho de casual, y también de legado. De su madre, dice ella, aprendió a escuchar a las grandes voces del jazz, pero desde la ventana de su casa y por la radio se fueron colando coplas “de toda la vida”, y en la calle se le fue pegando el quejío flamenco que quedaría definitivamente impregnado en su voz.

La mujer que ahora le canta a Chavela Vargas trabajó en bares y clubes de Mallorca, grabó temas house, colaboró con La Fura del Baus, viajó a Las Vegas –no sabe muy bien cómo ni por qué– y terminó cantando en casinos como doble de Tina Turner. Nada que la hiciera perfilar como una estrella de la canción, hasta que fue “descubierta” por el productor estrella Javier Limón. ¿Su secreto? Una mixtura que parece intuitiva del ritmo africano con la armonía y modernidad del jazz más vanguardista, y también del sabor flamenco que arrastra de su infancia junto al pueblo gitano; Africa, América y Andalucía nutriendo una voz profundamente expresiva. Desde esas raíces, en su repertorio se hace tiempo para desandar coplas, standards, clásicos de las décadas del ’40 y ’50, o una desgarrada versión del tango “Nostalgias”.