Hacía tiempo que no aparecía una banda que causara tal revuelo entre fans y detractores. Los que están a favor dicen encontrar en ellos la posibilidad de volver a escuchar simplemente canciones, vivir un buen momento y llevarse el recuerdo de una noche pop. Desde el heterogéneo grupo de los “contras”, en cambio, llueven las acusaciones de frivolidad y ataques a su estética musical y coreográfica, amén de la saturación por el hit Don. Este verano, en el centro de miles de charlas de jóvenes y no tanto aparece Miranda!, la banda electro-pop más escuchada de la temporada. A poco de ofrecer un recital multitudinario y mientras el público pasaba del rumor al griterío ensordecedor, el quinteto esperó a Página/12 en las profundidades del Polideportivo de Mar del Plata. Después de atravesar varios pasillos poblados por una guardia compuesta por personajes que cargaban estolas, brillos y miradas sugerentes, aparecieron Alejandro Sergi (teclados y voz), Juliana Gattas (voz), el famoso Lolo Fuentes (guitarra, la suya), Bruno De Vicenti (programación) y Nicolás “Monoto” Grimaldi (bajo) para contar algunos de los secretos del fenómeno.

–¿Qué cambió en la Argentina para que tantas personas presten sus oídos a una propuesta como la de Miranda!?

Bruno De Vicenti: –Hasta hace poco, si a alguien no le gustabas te tiraba un cascotazo. Hoy hay más respeto hacia lo diferente. Pareciera que de a poco mucha gente empieza a darse cuenta de que la música no es una cuestión de competencia. Y no sólo en la música. En ese sentido, creo que la intensidad de lo que pasó en 2001 dejó una marca muy importante.

–¿Qué encontró el público en Miranda!?

Alejandro Sergi: –La relajación de no tener que oponerse a todo lo que hay en el mundo. Nosotros pretendemos simplemente que la gente que nos escuche esta noche se vaya feliz. Eso ya es un cambio, quizá pequeño, pero real. Básicamente, yo trato de no dar lecciones ni hacerme el canchero cuando toco. Nuestras canciones están escritas muchas veces desde un perdedor, y ese perdedor a veces puede ganar, pero nunca pierde conciencia de quién es en el fondo.

–¿Qué piensan de los que los tildan de caretas?

A.S.: –Hay tantos que nos tildan de caretas y son los más caretas de todos... ya está demostrado que ese discurso de cagarse en el mundo puede ser una mentira. Frente a eso, nosotros volvemos a las fuentes, a tocar una canción con el corazón, a Los Beatles. Por otro lado no gustarle a alguien tampoco es tan malo...

B.D.V: –Yo estoy seguro de que los que nos dicen caretas mueven la patita cada vez que nos escuchan.

–¿Pensaron alguna vez en que iban a tener este éxito?

B.D.V.: –No nos dimos cuenta, se fue dando, al punto de que en este momento se nos ha ido totalmente de las manos.

A.S.: –Fue todo de a poco. Sin embargo, recuerdo que una noche, cuando estábamos empezando –éramos solamente Lolo, Juliana y yo–, hicimos un acústico que parecía que iba a salir horrible. Estábamos muy asustados y sin embargo apareció un montón de gente y tocamos bien. Cuando terminamos, un tipo al que casi no conocíamos nos trajo una botella de vino López. Era el dueño del lugar. Para nosotros fue algo insólito, y en su momento fue tan importante como los almuerzos que compartimos con Mirtha Legrand. A medida que se sucedían episodios como ése nos fuimos convenciendo de que si bien no era seguro que fuéramos a tener éxito, quedaba claro que íbamos a generar una reacción.

–¿Qué figuras populares rescatan y por qué?

A.S.: –Nosotros tomamos muchas cosas del pasado. Hacemos música joven pero las nuestras no dejan de ser canciones, que son el mensaje más antiguo del mundo. Respetamos mucho a aquellos artistas que se han mantenido vigentes a fuerza temas buenos y populares. No estamos preocupados por ser modernos. Valoramos mucho lo clásico...

B.D.V.: –Pimpinela, Sandro, Cacho Castaña, Calabró-Johnny Tolengo, Marrone... crecimos viendo y escuchando eso y ahora está buenísimo recuperarlo.

Lolo Fuentes: –Creo que ese rescate tiene que ver con que nosotros buscamos volver a esa sensación que tenías cuando eras niño y te ponías a cantar una melodía que te gustaba, sin preocuparte tanto por lo extramusical. Es bastante sencillo, pero muchos se lo olvidan.

–¿Qué valor tiene para ustedes el cuidado estético?

A.S.: –A mí me parece que cuidar la estética personal es una manera de decorar el mundo. Puede parecer una frivolidad, pero siento que preocuparse por la imagen que le regalás a los demás es súper profundo.

Nicolás “Monoto” Grimaldi: –Desde muy jóvenes los cinco fuimos una cosa intermedia entre freaks y nerds. Incluso yo he tenido que aguantar que mis amigos me sentaran en un bar para preguntarme qué me estaba pasando y por qué me arreglaba así o asá. Siempre fuimos de esa manera.

Los Miranda! confiesan estar disfrutando este momento, pero aclaran que no siempre les fue bien. “A algunos de nosotros nos bastardearon bastante, sobre todo en la época de la adolescencia”, confiesa Alejandro. Bruno, por su parte, reserva un momento para acordarse de “tantos que cuando tenían un éxito dejaban de saludarte, y después cuando nos fue bien se volvieron re amistosos”. “Por eso –contrapuntea Alejandro– lo peor que nos podría pasar es pensar que somos estrellas. El éxito, así como vino, se puede ir mañana, y nosotros nos conocemos desde que éramos losers. Por lo tanto... nos ocupamos de seguirnos viendo entre nosotros como losers” (risas).

Informe: Facundo García.