El Opera Studio del Teatro Argentino de La Plata, conducido por Guillermo Brizzio, apuesta al perfeccionamiento de jóvenes cantantes líricos y a la creación de oportunidades que les permitan llevar adelante sus carreras en el medio, en tanto se da forma a un repertorio operístico que apunta a un aggiornamiento general, con el objetivo de atraer nuevos públicos a los escenarios tradicionales. Y hoy, en Montevideo, tendrá lugar el primer paso de un encuentro hasta ahora inédito. El convenio entre este proyecto y una de las instituciones culturales más importantes del Uruguay, su Sevicio Oficial de Radiodifusión (Sodre). Con funciones esta noche, el jueves 18 y el sábado 20, a las 20 y en el Auditorio Nacional Adela Reta, se estrenará en Uruguay El Káiser de la Atlántida, ópera de cámara escrita y estrenada por el compositor Viktor Ullman mientras estaba prisionero en el campo de Therezin, durante la Segunda Guerra Mundial.

“La idea de crear un corredor que involucre a Chile, Argentina, Uruguay y Brasil en cuanto a los teatros líricos no es un sueño sino un hecho real”, declaró Marcelo Lombardero, director actual del Argentino y responsable de esta puesta, refiriéndose a OLA –Opera Latinoamericana–, una red a la que ahora se integra el Sodre. Lombardero ya había montado esta ópera en el Teatro Colón, en 2003, y en esta oportunidad se contará con un elenco enteramente formado por jóvenes cantantes uruguayos, con la excepción del bajo-barítono argentino Hernán Iturralde. Con ese motivo el Sodre realizó una audición abierta a la que se presentaron más de 40 jóvenes, de los que quedaron seleccionados los cantantes para este título. La drección musical será de Guillermo Brizzio, el diseño de escenografía y vestuario es de Gastón Joubert y el de luces corresponde a Rubén Conde. Para el director artístico del Sodre, Ariel Cazes, “el espíritu del Opera Studio pasa por darle un perfil bien definido a la lírica de nuestro país”. El Káiser..., escrita para 15 instrumentos, entre ellos un saxo y un banjo, es una impactante alegoría sobre el nazismo, prohibida en su época y estrenada recién en 1975. Su autor, cautivo en lo que la Alemania nacionalsocialista presentaba como un “campo modelo”, fue transferido poco después a Auschwitz, donde fue asesinado.