El bandoneonista Pascual “Cholo” Mamone va a cumplir 90 años en unos días y dice que nunca habría imaginado un regalo de cumpleaños tan amargo. Que jamás había recibido “una bofetada como ésta” en su larga trayectoria, que incluyó haber sido arreglador de Osvaldo Pugliese, Alfredo Gobbi y Pedro Laurenz. Mamone dirigía hasta el año pasado la Orquesta Municipal de Tango de San Martín, un organismo que iba a cumplir veinte años, con doce integrantes que aceptaban repartirse la paga de cinco contratos con tal de seguir adelante con este espacio de expresión y formación. En noviembre pasado, tras recibir reiterados reclamos para solucionar la situación irregular de paga, el intendente de San Martín, Ricardo Ivoskus, decidió intempestivamente desarmar la orquesta: anuló los escasos cinco contratos sin más explicaciones que un comunicado posterior, y sin siquiera poner al tanto de su decisión al director.

“Para mí la orquesta era todo. Era donde yo podía hacer sonar mis imaginaciones, porque eso es lo que son los arreglos, imaginaciones. Era donde podía compartir con muchachos más jóvenes lo que tengo para enseñarles, y todo lo que ellos tienen para enseñarme a mí”, sigue lamentando el maestro Mamone. Destacados tangueros integrantes de la orquesta, como el pianista Nicolás Ledesma, lamentan la “falta de respeto” de las autoridades “hacia el director y hacia músicos, bailarines y cantantes” que se comprometieron “siempre en presente, a pesar de las promesas a futuro”, y señalan como sugestivo el hecho de que los telegramas de despido hayan llegado después de que acudieron al sindicato para intentar lograr una recomposición contractual.

La respuesta a los reclamos públicos por parte del intendente de San Martín irritó aún más a quienes siguen a la orquesta y conocen su trabajo de años: “En 2010, en varias ocasiones, por razones de salud el Maestro (Mamone) envió cambios en su reemplazo, razones que respetamos en todos los casos; no así los integrantes de la Orquesta, quienes se negaron en una oportunidad a prestar servicio. Estas circunstancias motivaron un replanteo de las prestaciones que se le soliciten en lo sucesivo a la Orquesta”, justifica en el comunicado Ivoskus. “Es una absoluta mentira. ¿Cómo vamos a negarnos a tocar si está a la vista que lo hacíamos por amor propio, y no por recibir una paga? –se enoja Ledesma–. Todos en San Martín saben cuán frecuente era nuestro trabajo en clubes, sociedades de fomento y escuelas, además de teatros. La inserción social de la orquesta era importante.” A pesar de haber sido disuelta formalmente, la Orquesta de Tango sigue tocando cada primer sábado de mes en la peatonal de San Martín, frente a la Municipalidad, como antes lo hacía en el Teatro Plaza. Ayer la orquesta volvió a reclamar en este lugar haciendo lo que sabe: buen tango.